Comprobada la existencia del local en el que Portabales acusa a Goyanes de comprar cocaína
Una de las principales imputaciones contra Carlos Goyanes consiste en haber participado en la contratación de 10 kilos de cocaína durante una reunión celebrada en el restaurante Molino Rojo, de Valencia, a mediados de 1988. La defensa de Carlos Goyanes alegó la inexistencia física de ese restaurante como prueba de que el denunciante mentía. Sin embargo, se ha comprobado la existencia de un local que encaja con la descripción de Portabales.Es cierto que en Valencia no hay un establecimiento rotulado de ese modo en castellano pero sí un local llamado Moulin Rouge en la zona de El Grao.
El propio Goyanes negó de plano la acusación de haber tomado parte en esa reunión, durante un careo con el arrepentido cuyo punto culminante se produjo así:
Goyanes. Yo no conozco de nada a este señor [Portabales], no le he visto en mi vida. Es incomprensible cómo una persona a la que no conozco puede implicarme en unos hechos que no he cometido.
Portabales. ( ... )A no ser que el otro careado [Goyanes] tenga un hermano gemelo, es la persona que estuvo reunida en el Molino Rojo de Valencia conmigo, Manolo el Catalán Fidel Saiz o Sánchez para con tratar una partida de 10 kilos de cocaína con Manolo el Catalán.
Al salir de la reunión del Moulin Rouge, que duró unos 20 minutos, Portabales preguntó a Manolo el Catalán quién era el otro asistente y éste le reveló la identidad de Goyanes.
El arrepentido sostiene que antes no conocía a Goyanes y que después de esa reunión no ha vuelto a verle hasta el careo ante el juez, que se produjo el pasado día 25.
En el testimonio de Portabales se aprecia un punto débil: dice no haber conocido a Goyanes antes de la reunión en el Molino Rojo, y sin embargo el sumario afirma que los barcos de Portabales transportaron 15.000 kilos de hachís para Goyanes en una época anterior, que fueron descargados en las costas de Almería. (los dos primeros) y Alicante (el tercero).
Portabales implica también a Goyanes en otra reunión posterior en Castellón, en la que se estableció el precio de la tonelada de hachís entre Carlos Goyanes, que era el comprador, y José Paz Carballo, que iba a ser el transportista. La operación se llevó a cabo: en total, unos 3.000 kilos de hachís libanés, según el arrepentido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.