"Váyase usted a paseo"
Llevo cinco días sin teléfono. Vivo a 18 kilómetros de Madrid y tengo que dejar a niños y a una persona mayor incomunicados al irme al trabajo diariamente.Está bien que la compañía no funcione. Está mucho mejor que paguemos esas facturas astronómicas, pero que cuando llamamos a averías repetidas veces, dado que no nos arreglan la comunicación y tenemos la suerte de que atiendan la llamada, también tengamos que aguantar frases como "Váyase usted a paseo, ya se le arreglará" (contestación dada por la supervisora del servicio el miércoles día 25 de julio a las siete de la tarde), me parece, cuando menos, inmerecido.
Es penosa la impotencia que se siente como usuaria al verse maltratada como si se debiera algo a la citada empresa, que emplea a algunas personas incapaces de tratar con clientes, y que sepan dar, por lo menos, una contestación amable que amortigüe los problemas que puedan surgir, derivados no del mal uso de los abonados, sino del estupendo servicio de la celebérrima Telefónica de España.
Pobres argentinos, ¡lo que les, espera!-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.