Bush exige al Congreso una mayor celeridad en la aprobación del Presupuesto

El presidente de EE UU, George Bush, denunció la falta de acción por parte del Congreso en la aprobación del Presupuesto para 1991. Bush manifestó su preocupación por el aumento de¡ déficit presupuestario y acusó a los demócratas de retrasar las propuestas de recorte del déficit presentadas por la Administración.

El presidente norteamericano calificó de "tremenda crisis interna" el hecho de que mientras el déficit sigue aumentando, el proceso de aprobación del Presupuesto para 1991 está roto, problema del que culpó al Congreso.En una conferencia de Prensa ofrecida en la Casa Blanca tras reunirse con sus asesores económicos, Bush acusó al Congreso de "falta de decisión" para resolver este problema debido a complejas cuestiones de procedimiento que, dijo, "han de ser reformadas".

El presidente estadounidense, que interrumpió sus vacaciones para atender en Washington este asunto y la crisis del golfo Pérsico, dijo comprender que la atención "se encuentra a 10.000 kilómetros de distancia", en referencia a Oriente Medio, pero este problema "supone una amenaza real para la economía de] país".

1 "Lo que el pueblo estadounidense está reclamando es que el déficit fiscal descienda ya", señaló Bush, quien indicó que él ya ha presentado una propuesta y ha hecho todo lo posible, incluida la oferta de miles de millones de dólares en reducciones adicionales, para lograr la aprobación del Presupuesto. El presidente denunció la ausencia de propuestas por parte de los demócratas.

La Administración se queja de la fa4a de respuesta del Congreso, el cual aún estudia a estas alturas 10 proyectos de ley que suponen la aprobación de 14.000 millones de dólares de nuevos fondos. Bush prometió vetar "todas y cada una de las propuestas que supongan que el Presupuesto se dispare".

El déficit del Presupuesto federal de EE UU se espera alcance este año los 170.00 millones de dólares y es uno de los mayores problemas de la Administración estadounidense.

A pesar de que durante su campaña electoral Bush prometió a sus votantes que no incrementaría los impuestos, el creciente tamaño del déficit ha obligado a la Administración de EE UU a considerar un próximo aumento en la recaudación para combatir su grave endeudamiento fiscal.