_
_
_
_

ETA inicia los atentados ferroviarios con una bomba de escasa potencia entre León y Asturias

La amenaza de ETA de una nueva campaña de atentados en líneas férreas de Renfe se concretó ayer, sobre las dos de la tarde, sólo dos horas después de su entrada en vigor, con el primer estallido, en el puerto de Pajares, de un explosivo de escasa potencia que causó pocos daños. La banda había situado el objetivo de su amenaza en tres recorridos (Madrid-Valladolid-León-Oviedo, Madrid-Córdoba-Sevilla y Madrid-Barcelona) que se extienden por 1.855 kilómetros.

La amenaza de ETA paralizó desde las doce horas las tres líneas ferroviarias mencionadas, lo que obligó a Renfe a buscar tramos alternativos (por Valencia en el caso Madrid-Barcelona y por Mérida y Cáceres, entre Sevilla y Madrid) y a preparar autocares para los viajeros procedentes, principalmente, de Oviedo.El único artefacto que, al cierre de esta edición, había llegado a explotar fue localizado por la Guardia Civil diez minutos antes de su estallido en el kilómetro 49,500 de la línea férrea León-Gijón, en el puerto de Pajares. Los efectivos policiales que estaban inspeccionando la zona se percataron de un montículo sospechoso y avisaron a los técnicos en desactivación que no llegaron a tiempo para actuar.

La bomba, de escasa potencia, unos tres kilos de trilita y accionada con un temporizador, estalló cerca de un cruce de la línea férrea con una carretera local próxima a las localidades de Villamanín y Busdongo. Los daños materiales afectaron ligeramente a la vía y se estimaron en medio millón de pesetas.

Altos cargos del Ministerio del Interior, encabezados por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, se reunieron durante toda la mañana con el director de seguridad de Renfe, Carlos Román, y responsables de la compañía ferroviaria para coordinar las medidas de vigilancia.

Rastreo de las vías

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Desde las siete de la mañana efectivos de la Guardia Civil y de la Policía se dedicaron a inspeccionar los tramos de las tres vías amenazadas. Sólo en Andalucía el número de guardias civiles dispuestos que vigilaron entre el paso de Despeñaperros y Sevilla pudo llegar a 600.

Renfe por su parte intentó cubrir "de alguna manera" los servicios previstos en los trazados bajo amenaza. Las medidas acordadas se limitaron a tres aspectos: garantizar la seguridad de los viajeros; estudiar vías alternativas, tanto en tramos ferroviarios como en transportes combinados con autocares; y por último devolver, en caso de reclamación, el dinero abonado ya por algunos clientes.

Entre las tres líneas amenazadas suman 1.855 kilómetros (560 entre Madrid y Oviedo; 721 entre Madrid y Barcelona y 574 entre Madrid y Sevilla). El número de trenes de largo recorrido afectados asciende a 34 pero mucho más amplia es la cantidad de servicios de cercanías y de transportes de mercancías que se vieron con problemas para llegar a su punto de destino.

A la hora marcada por ETA para el comienzo de la campaña (que se extenderá doce días) numerosos tramos ferroviarios habían sido suspendidos o sustituidos por transportes alternativos. Fuentes del Ministerio del Interior, de la Guardia Civil y de Renfe insistieron en su intento de restar publicidad a la amenaza terrorista. Los partidos políticos vascos, salvo Herri Batasuna, condenaron la actuación etarra subrayando su carácter indiscriminado. Renfe ha preparado los siguientes números telefónicos de información. En Madrid 91-429 02 02; en Barcelona 93-490 02 02; en Sevilla 95-441 41 11.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_