Los Doce no comprarán petróleo iraquí ni kuwaití

Los 12 países de la Comunidad Europea decidieron ayer en Roma por unanimidad condenar enérgicamente "la brutal invasión iraquí de Kuwait" y exigir la inmediata retirada militar, y aprobaron seis sanciones, de carácter obligatorio, que incluyen el inmediato embargo de las importaciones de petróleo de Irak y de Kuwait y la suspensión total de la venta de armas y material militar al régimen de Bagdad.

Las sanciones obligatorias decididas contra Irak son las siguientes: embargo de las importaciones de petróleo de Irak y de Kuwait; congelación de los bienes iraquíes en el territorio de los Estados miembros; embargo de la venta de armas y de todo otro tipo de material militar a Irak; suspensión de todo tipo de cooperación con Irak en el sector militar; suspensión de la cooperación técnica y científica con Irak y suspensión de las aplicaciones a Irak del Sistema de Preferencias Generalizadas. La CE anunció asimismo medidas para proteger los bienes pertenecientes directa. o indirectamente a Kuwait.Gianni Caltanisetta, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, país que preside este semestre la CE, aseguró, en una conferencia de prensa, que, "políticamente", las sanciones tienen efectos inmediato pero que, "burocráticamente", serán necesarias en algunos casos medidas legislativas por parte de los respectivos Estados miembros.

El ministro de Asuntos Exteriores italiano, el socialista Gianni de Michelis, subrayó su satisfacción por haber sido esta la primera vez que la Comunidad, con una rapidez fulminante (sólo cuatro horas de reunión), ha sabido, dando muestras de una cohesión total, tomar medidas concretas en una situación tan grave y delicada como ésta para la estabilidad internacional. De Michelis había subrayado anteriormente que en estos casos lo único eficaz "son las acciones concretas y no las palabras".

En el comunicado conjunto, el Comité Político afirma que la Comunidad "considera inaceptables y privadas de todo fundamento las razones dadas por el Gobierno iraquí para justificar su agresión militar contra Kuwait" y que se abstendrá de "todo acto que pueda ser considerado como un ímplicito reconocimiento de las autoridades impuestas en Kuwait por los invasores".

Los embajadores siguen

Respondiendo a los periodistas, el portavoz de De Michelis, afirmó que se había preferido no retirar a los embajadores respectivos porque, en estos casos, la presencia de dichos representantes diplomáticos puede resultar en la práctica más útil. Añadió que, de cualquier modo, las sanciones aprobadas ayer contra Irak "no pueden ser más duras".

Por lo que se refiere a la hipótesis de que Irak, a pesar de todo, siga en sus trece, el portavoz recordó que ya el ministro, que ha afirmado por otra parte que hay que privilegiar siempre los instrumentos políticos, había recordado el artículo siete de la Carta de las Naciones Unidas en el que se prevé para estos casos también una acción militar.

El comunicado de ayer, tras dar pleno apoyo a la resolución número 660 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y de exigir a Irak que respete las leyes internacionales, subrayaba que, "en caso contrario", la Comunidad y sus Estados miembros "no dudarán en dar su contribución, apoyo y actuación al Consejo de Seguridad, que podría introducir sanciones obligatorias de gran envergadura".

En cuanto a la frase "a partir de ahora", que precede el rosario de sanciones contra Irak, se subrayó ayer que se ha preferido no esperar -como se había pensado inicialmente- a que Irak dé una respuesta a la petición de retirada de sus tropas para que entre en vigor el castigo acordado. Se trata de que quede claro que la actitud de la Comunidad es severísima e irrevocable y que no admite dilación alguna.

"Hasta que quede un solo soldado iraquí en Kuwait, y mientras no se establezca un Gobierno de la legalidad, expresión de la voluntad de sus ciudadanos", dijo el citado portavoz, la Comunidad continuará actuando con dureza y severidad contra Irak sin excluir ningún tipo de sanciones ulteriores. Se insistió, sin embargo, en que Italia espera que aún se pueda llegar a una solución negociada del conflicto.