900.000 españoles han probado la cocaína y 75.000 se declaran adictos, según una encuesta del CIS

Novecientos mil españoles mayores de 16 años reconocen haber probado la cocaína y 350.000 admiten consumirla al menos una vez al mes, según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre abril y mayo de 1989. Asimismo, y pese al factor de ocultación de los entrevistados, frecuente en este tipo de encuestas, 75.000 personas se declaran adictas a esta droga. El sondeo revela también que unos cuatro millones de españoles se han fumado alguna vez un porro; de ellos, cerca de millón y medio consume hachís regularmente y 300.000 probado la heroína. Por otra parte, el 20% de la población admite conocer algún caso de drogadicción en su entorno familiar y el 67% es partidario de penalizar el consumo de drogas.

Soltero, de 18 a 40 años de edad, habitante de una gran ciudad, con estudios superiores e ingre sos por encima de las 75.000 pe setas mensuales y votante de iz quierda son las características ini que definen el perfil del consumidor habitual de cocaína en España, según el sondeo. De las 900.000 personas que afirman haber probado alguna vez esta droga, 350.000 reconocen tomar la una o dos veces al mes, 75.000 la consumen entre 6 y 10 veces al mes e igual cantidad se declaran cocainómanos, cifras que dan idea del fuerte incremento del consumo de coca en los últimos años en España.En el caso de los que reconocen que han probado alguna vez la heroína -unos 300.000 españoles- se debe tener en cuenta que la muestra sólo recoge respuestas afirmativas de los hombres, por lo que hay que suponer que la condena social de esta droga, considerada mortífera, ha hecho que la población femenina oculte su consumo y que, por tanto, la cifra total pueda ser sensiblemente más alta. En cuanto al 15% de la población que admite haber consumido en alguna ocasión anfetaminas, tranquilizantes y somníferos hay que destacar que se trata fundamental mente de personas mayores de 26 años, con una alta proporción de ancianos.

Las cifras del consumo de drogas en España se disparan cuando se habla del hachís. Cuatro millones afirman haberlo probado y 1.480.000 lo fuman con regularidad. Sus consumidores son jóvenes entre los 18 y los 25 años, gran parte de ellos para dos, y con inclinaciones políticas de izquierdas.

La encuesta también recoge la edad a la que los españoles se inician en el consumo de drogas. Las primeras en probarse son las bebidas alcohólicas y los llama dos inhalantes (pegamentos, colas y disolventes) a la edad de 16 años. Le siguen el hachís y las anfetaminas a los 18, la heroína a los 19, la cocaína a los 21 y los tranquilizantes y somníferos a los 31 años.

También es interesante seña lar, como datos indicativos de la permisividad de la sociedad española ante el consumo de drogas, la facilidad con que se pueden conseguir estas sustancias, según los encuestados. Así por ejemplo, el 46% de la muestra encuentra poca o ninguna dificultad en obtener hachís o marihuana; el 33% cocaína y el 32% heroína.

A favor de la penalización

La encuesta del CIS señala también que el 67% de la población española considera que la penalización del consumo de drogas sería la solución más eficaz frente a este problema -una posibilidad que ya ha sido sugerida por varios miembros del Ejecutivo- frente a un 10% partidario de su legalización. Las razones de los partidarios de la penalización se desglosan de la siguiente forma: un 40% cree que de esta forma se acabaría con el tráfico de estupefacientes; un 20% opina que así se terminaría con gran parte de la delincuencia en nuestro país y un 12% afirma que se protegería la salud de los españoles.

En cuanto a los que están a favor de la legalización, coinciden con las dos primeras razones citadas el 5% y el 3%, respectivamente, y un 2% aduce que de esta forma se protegería la salud de los adictos, evitando las adulteraciones.

El problema de la droga preocupa, según la encuesta, al 95% de los españoles y, de hecho, el 20% de los consultados admite tener algún caso de drogadicción en su entorno familiar o en el círculo íntimo de sus amistades. Este dato implica que ha aumentado el número de estos casos respecto de 1987 cuando un sondeo realizado por el Instituto Demoscopia para EL PAÍS recogía sólo un 17% y supone que existen alrededor de seis millones de españoles con una experiencia concreta de un caso de drogodependencia.

Escasa atención del Gobierno

Seis de cada 10 españoles están convencidos de que el Gobierno no se ocupa del problema de las drogas y el 72% asegura que en España no existen actualmente servicios suficientes para atender este problema. Datos que se mantienen estables en comparación con el sondeo citado publicado por este periódico hace dos años, en el que el 64% de los consultados afirmaba que el Gobierno no hacía todo lo necesario para reprimir el tráfico de drogas.

La mayoría expresa una profunda desconfianza hacia la labor de la Administración en este terreno. En concreto, el 61% afirma que el Gobierno central presta poca o ninguna atención a este problema y el 58% está convencido de lo mismo en los casos de los Gobiernos autónomos y de los Ayuntamientos. Les siguen en esta liga de la desconfianza los jueces con un 54% y la policía con un 49%.

Por el contrario, los encuestados señalan a los maestros (47%), médicos (41 %) y asociaciones privadas (39%) como los colectivos más comprometidos en la solución del problema.

La encuesta indica también que la mayoría considera que fomentar la información al público, aumentar las sanciones a los traficantes de droga y pro mover el empleo juvenil son las medidas más útiles para prevenir este problema.