Japón decide esperar y no aplica sanciones

El Gobierno de Japón ha decidido actuar con calma frente a la crisis del petróleo desatada por la agresión iraquí. El secretario del jefe del Gobierno, Misoji Sakamoto, declaró ayer que la Administración japonesa está "esperando para ver qué accione emprenden las naciones árabes y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", para decidir eventuales sanciones a Irak, aunque ya ha deliberado sobre "las medidas que podrían adoptarse".Misoji Sakamoto reveló que Estados Unidos ha pedido a Japón que se adhiera a sus sanciones económicas contra Irak -fundamentalmente, la prohibición de importar petróleo iraqui-, aunque por ahora Tokio, muy dependiente de las importaciones de crudo, se ha limitado a expresar su "severa condena" por la invasión de Kuwait.

Japón es el segundo importador mundial de petróleo, por detrás de EE UU, y en 1989 compró a Irak 217.000 barriles díarios de crudo. El portavoz gubernamental japonés rechazó la posibilidad de que las empresas japonesas adquirieran a bajo precio el petróleo iraquí que dejaran de comprar los demás países a causa del embargo. Aseguró que el Gobierno de Japón ya había advertido a las empresas de su país sobre este asunto.

"Obviamente, estudiamos si Japón debe mantener el suministro de créditos a Irak", agregó Sakamoto. Japón decidió en febrero pasado reanudar una línea de crédito a Irak que se acordó en 1974 y se interrumpió en 1986, cuando Bagdad empezó a retrasarse en el pago de su deuda. El paquete de créditos suma 2.600 millones de dólares (unos 260.000 millones de pesetas).

En cuanto a los activos kuwaitíes en Japón, el viceministro de Finanzas, Masami Kogayu, anunció que se había ordenado a los bancos y compañías financieras y de seguros que "controlaran estrechamente" los movimientos de dinero relacionados con Kuwait para evitar que los fondos transferidos "caigan en malas rnanos". Kogayu precisó que, según las leyes japonesas, no era posible congelar los activos de Kuwait, pero que la advertencia a las empresas financieras resultaría eficaz: "Es lo mismo que una congelación".