"Este año estoy a prueba"

E. RODRIGÁLVAREZ, Hace cinco años de la turbulenta salida de Clemente del Athletic. Se supone que en algo habrá cambiado. Pero el técnico no está totalmente de acuerdo con ello: "No, no he cambiado en nada. Eso sí, ahora tengo más experiencia y estoy más zurrado. Quizá no mantenga los mismos conceptos. Pero no sabría decir si, futbolísticamente, he cambiado".

Pregunta. Sin embargo, el equipo con el que va a trabajar sí ha cambiado radicalmente respecto al que usted hizo campeón. ¿Qué Athletic se ha encontrado?

Respuesta. Uno con muchas más posibilidades de las que ha tenido, pero con unos conceptos del trabajo un poquito bajos. Ésa ha sido mi mayor sorpresa porque, tradicionalmente, el Athletic ha pecado por exceso en ese aspecto.

P. Las condiciones de su contrato le obligará pensar en el presente con indudable prisa. ¿Su conjunto responde a esas exigencias?

R. Por su edad, es para pensar en el futuro. Pero yo soy un entrenador presente. No me curo en salud diciendo que necesito dos o tres temporadas. Este año voy a estar a prueba. Si continuase en el club, sería que las cosas han ido bien. Entonces sí podría decir que la siguiente temporada sería mejor.

"Me ha traído el público"

P. ¿Estas urgencias van a traducirse en un Clemente moderado?

R. En absoluto. El público va a ver al Clemente de siempre. De lo contrario, ya no les interesaría como entrenador. A mí, en el fondo, me ha traído el público.

P. ¿Y un Clemente, deportivamente, conservador?

R. Eso no lo he sido nunca. Ya digo de antemano que no me escudo en la falta de tiempo. Tengo el mes de agosto y no necesito más.

P. ¿A usted le juzgan por distinto rasero que al resto de los entrenadores?

R. A mí me han juzgado siempre muchísimo. Pero no me preocupa. porque, si la nota final me la ponen por la opinión que la gente tiene de mí, gano casi siempre.

P. El objetivo básico del Athletic ha sido siempre la obtención de una plaza europea. ¿Se le va a exigir más?

R. El objetivo del Athletic es ser campeón. Si no lo logra, ser el segundo. Si tampoco esto es posible, jugar la Copa de la UEFA. Si, al final, los equipos más poderosos ganan el campeonato, tú quedas el tercero o el cuarto y obtienes el pasaporte. Pero el objetivo es el título de la Liga pese a que tengamos mil obstáculos cuando otros tienen cincuenta.

P. Sin embargo, Clemente y los títulos forman una pareja mítica en Bilbao. Para muchos aficionados, usted es el hombre que logra los títulos con el Athletic.

R. Si a mí se me exige que gane títulos y no lo consigo, lo consideran un fracaso. Entonces, soy un candidato al fracaso. Pero eso sería una locura. Hay que valorar las posibilidades. Por ejemplo, el Real Madrid se ha gastado este año en fichajes más dinero que el presupuesto del Athletic para toda la temporada. El que nosotros tengamos las mismas posibilidades que el Madrid me parece un insulto. Ahora bien, que la gente tenga esa opinión de mí también me gusta. Es que me valoran bastante.

P. ¿Cómo ha sido acogido por los jugadores, en su mayoría desconocidos por usted?

R. Perfectamente bien. Yo he tenido follones en casi todos los equipos, pero nunca con los jugadores. Bueno, exceptuando en el Atlético de Madrid, en el que tampoco tuvieron cara a cara ningún problema conmigo. Iban por detrás, con gran cobardía en algunos casos. Pertenecían a un club en el que estaban supervalorados cuando ese nivel oficial no se correspondía con el suyo en la realidad. No es lo mismo cobrar como figura que ser una figura en el terreno.

P. ¿El listón del Áthletic está muy bajo?

R. Yo creo que superar deportivamente ese listón no va a ser dificil. Pero superarlo incluyéndonos en el grupo de cabeza nos resultará fácil.

P. ¿Su retorno a Lezama tuvo visos sentimentales?

R. No, sólo me dije: "Ya era hora, no tenías que haberte marchado". No obstante, en Barcelona comprendí lo equivocado que había estado al pensar que sólo estaría a gusto en Bilbao.

P. Cuando entrenó al Atlético, ¿ocurrió lo mismo?

R. Estuve menos tiempo y hubo otros factores. Uno, que mi familia no estaba a gusto. Otro, el clima. Pero, sobre todos, la vorágine del club. A pesar de ir bien clasificado, nunca tuve un día de tranquilidad.