Dos chatarreros vendían esculturas de bronce robadas

Alejandro Guijarro Padilla, de 22 años, y su suegra, Josefa Rodríguez Sánchez, ambos chatarreros, han sido detenidos por inspectores del Grupo VI de la Brigada de Policía Judicial como presuntos autores de un delito de receptación, tras vender una serie de figuras de bronce sustraídas en una empresa de Torrejón de Ardoz, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía.

Las acciones policiales se iniciaron el pasado 2 de julio, cuando el propietario de la empresa Bronces Ibéricos, con domicilio en la calle de los Peces de la citada localidad, denunció el robo de numerosas obras escultóricas de bronce.

Posteriormente, la policía tuvo conocimiento de la fundición en una factoría de Vizcaya de 600 kilogramos de figuras de ese metal, que las había adquirido, como chatarra, en otra situada en el polígono industrial de Getafe.

La empresa de Getafe había comprado a un chatarrero 897 kilogramos en figuras de bronce, el cual alegó que se trataba de piezas defectuosas. El vendedor pudo ser identificado como Alejandro Guijarro Padilla, que trabajaba en una chatarrería de la avenida Real, en Pinto, cuya propietaria era Josefa Rodríguez Sánchez.

Aunque Josefa Rodríguez negó cualquier implicación en el robo, los agentes encontraron en un chalé de Toledo propiedad de la misma 10 de las figuras de bronce robadas en la empresa de Torrejón, por lo que tanto la suegra como el yerno fueron detenidos. Ambos carecían de antecedentes penales.