Benyedid se pliega al clamor popular y adelanta Ias elecciones en Argelia

El presidente de la República argelina, Chadli Benyedid, anunció el pasado domingo la celebración de las elecciones generales anticipadas. La consulta electoral se llevará a término en el primer trimestre de 1991, aproximadamente un año antes de que se agote la actual legislatura. Las elecciones anticipadas habían sido reclamadas por todas las fuerzas democráticas y especialmente desde el pasado 12 de junio, tras el triunfo del Frente Islámico de Salvación (FIS) en las elecciones locales y provinciales.

Benyedid anunció la celebración de elecciones anticipadas durante la toma de posesión del nuevo ministro de Defensa, Khaled Nezzar. El presidente no concretó fecha de celebración de los comicios ni de disolución de la Asamblea Popular Nacional. Pocas horas más tarde, el Gobierno aprobaba un paquete de medidas políticas y administrativas de gran trascendencia, con un objetivo: reforzar el proceso democrático. Entre ellas destaca el nombramiento de un nuevo responsable de la seguridad nacional el coronel Bachier Laureche: considerado un hombre de confianza de Benyedid y un firme defensor del proceso aperturista.Pero la disposición más trascendental es un proyecto de ley de amnistía general que afectará a todos los delitos políticos cometidos desde el 23 de noviembre de 1988. Esta amnistía afectará sobre todo a los responsables de los incidentes callejeros de noviembre de 1988, la llamada revuelta de la sémola.

Asimismo, se ha confirmado el futuro nombramiento de nuevos gobernadores para la mayoría de las 48 wilayas o prefecturas del país. Los gobernadores de estas provincias son nombrados directamente por el Gobierno, y actualmente la mayoría de estos cargos están en manos de destacados militantes del Frente de Salvación Nacional (FSN).

Se buscan inversiones

La ofensiva democrática del presidente Benyedid se completa con una operación económica de gran envergadura destinada a captar inversiones extranjeras. El ministro de Finanzas, Ghazi Hidouci, ha realizado en las últimas semanas una gira por América y Europa con el objeto de explicar a los empresarios el alcance del proceso democratizador, la adopción de una economía de mercado y el trato de favor a posibles inversiones.

Todas estas medidas político-económicas adoptadas por Benyedid confirman el distanciamiento del Gobierno con respecto al aparato del FLN, el ex partido único que ha estado gobernando el país durante más de 30 años.

En la escena política argelina hay además otro factor importante. Se trata de una posible escisión en el seno del Frente Islámico de Salvación. Un sector moderado permanecería cohesionado en torno a Abassi Madani, mientras que un ala radical se agruparía alrededor de Alí Belhadj, el colérico savonarolas de la mezquita de Kuba.

Los primeros y últimos síntomas oficiales de esta ruptura se detectaron hace dos semanas, cuando Alí Belhadj, desde el púlpito, lanzó una velada crítica sobre Madani. "No sé a quién creer, si a Madani o a los periódicos", aseguró el predicador. Y un nuevo y definitivo síntoma de ruptura se evidenció el pasado 22 de junio, cuando Madani compareció ante la prensa para efectuar la apertura paralela del congreso de la Unión Magrebí Árabe. A su lado no se encontraba el inseparable Belhadj.