González expresa su pesar por la muerte de un amigo

El presidente del Gobierno, Felipe González, gran amigo de Bruno Kreisky, envió ayer sendos telegramas de condolencia al canciller federal austriaco, Franz Vranistsky, y a Peter Kreisky, hijo del ex canciller fallecido y también político.Las fuentes oficiales del Gobierno no pudieron precisar la delegación que asistirá a los funerales, aunque dieron por seguro que la comisión ejecutiva federal del PSOE enviaría a personas del más alto nivel. Kreisky tenía una casa en la isla de Mallorca, en la que pasaba largas temporadas.

El secretario general del PSOE, Felipe González, siempre ha tenido la mejor consideración del veterano político socialista, abiertamente correspondida por Kreisky. Éste escribió en 1984 un artículo titulado El pueblo dice Felipe, en el que mostraba su agrado por ver a Felipe González al frente del Gobierno de España y recordaba la primera impresión que le produjo cuando le conoció en Berlín en una reunión de la Internacional Socialista (IS), poco antes del comienzo de la transición a la democracia en España.

Kreisky reconocía en ese artículo la sorpresa que causó en esa reunión de la IS la presencia del joven socialista español "y el escepticismo que produjo" en un ambiente "de viejos dirigentes socialistas". Según Kreisky, las reservas se fueron disipando a medida que González exponía sus criterios sobre la posible evolución política en España después de la muerte de Franco. Kreisky señalaba en ese artículo que el presidente del Gobierno español debía estar contento porque el pueblo le conociera por Felipe.

Los socialistas españoles, y sobre todo González, han mostrado siempre gran admiración por el funcionamiento del partido que dirigía Kreisky, que suponía para ellos el modelo socialdemócrata a seguir. Especial relevancia conceden al pacto permanente con los sindicatos. Asimismo, el PSOE recalca con admiración la fuerza del partido socialdemócrata austriaco por su equilibrada relación entre militantes (un millón) y votantes (cinco).