El IRA asesina a tres policías y una monja
Tres policías y una monja católica perecieron ayer en la localidad norirlandesa de Armagh al estallar una bomba al paso del coche en que viajaban los agentes. El atentado marca el retorno con fuerza al Ulster de una actividad terrorista que en los últimos meses había apuntado a objetivo en Gran Bretaña y en el continente.
El artefacto, posiblemente una mina, fue explosionado por control remoto en las afueras de Armagh al paso del vehículo policial, en una táctica muy practicada por el IRA. La explosión levantó la calzada e hizo volar el coche, cuyos tres ocupantes perecieron en el acto. Dos mujeres que viajaban en otro turismo afectado por la onda expansiva sufrieron heridas graves. Una de ellas murió en el hospital.
El IRA pretende demostrar con este ataque que cuenta con capacidad suficiente en el Ulster para seguir golpeando a las fuerzas de seguridad, y responde así a los expertos que atribuían las acciones terroristas en Gran Bretaña a su cada vez mayor dificultad para operar con relativa libertad en el Ulster.
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