Golpe de gracia a la fabricación del avión 'invisible'
El programa de fabricación del superbombardero B-2, conocido como el avión invisible -dada su tecnología de a bordo para no ser detectado-, ha sufrido un duro revés después de que el presidente del comité de armamento de la Cámara de Representantes, Les Aspin (del Partido Demócrata) se ha sumado oficialmente a sus colegas que han pedido el final del proyecto ante el alto coste que supone la fabricación de estos aparatos.Aspin, que el año pasado era un defensor acérrimo del programa del B-2 y quería mantenerlo en vigor a toda costa, ha cambiado de opinión al darse cuenta de la gran oposición que hay en la Cámara al proyecto.
El proyecto B-2, que lleva a cabo la compañía Northrop, emplea a 12.000 trabajadores.
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