Policías franceses en Beirut abastecían de armas a la mafia de Marsella
Policías franceses encargados de custodiar la Embajada de su país en Beirut han sido, en los últimos cinco años, los proveedores de armas de guerra de los ambientes mafiosos de Marsella, según acaba de descubrir, estupefacto, el Ministerio del Interior francés. Tres de los funcionarios presuntamente implicados en este tráfico han sido encarcelados y se esperan más detenciones.Los policías revendían en Marsella los fusiles de asalto norteamericanos M-16, Kaláshnikov soviéticos y chinos, lanzagranadas y hasta lanzacohetes RPG que compraban en Beirut. Por un Kaláshnikov, la mejor arma individual de combate de todos los tiempos, los traficantes pagaban en Beirut unas 35.000 pesetas. Los mafiosos lo compraban en Marsella por unas 200.000 pesetas.
Los policías encargados de proteger la representación diplomática francesa sólo tenían que cruzar la calle para comprar a precios muy asequibles todas las piezas y municiones que desearan. Luego introducían en Francia la mercancía en sus propios equipajes, exentos de registro aduanero.
El pasado 13 de marzo, un furgón blindado de la empresa Securipost fue atacado con granadas y armas automáticas en una calle marsellesa. Los investigadores no pensaron en la conexión beirutí hasta que varios policías de las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS), recién regresados de la capital libanesa, comenzaron a comprar lujosas villas y a circular en automóviles Ferrari último modelo.
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