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Rebelión en la reserva india

Los mohawks de la provincia canadiense de Quebec, en pie de guerra por la extensión de un campo de golf a sus tierras

La pretensión del Ayuntamiento de Oka, pequeña localidad de Quebec (Canadá), de ampliar un campo de golf a una reserva india ha motivado un nuevo levantamiento de los mohawks, la tribu india más guerrera de la legendaria confederación iroquesa, contra el Gobierno de la provincia francófona de Quebec.

La crisis, que hasta ahora ha causado la muerte de un policía y ha generado una peligrosa tensión entre las diversas naciones indias y el Gobierno provincial de Quebec, seguía latente ayer a pesar de un acuerdo de principio alcanzado el sábado entre los mohawks y el departamento quebequés de asuntos indios.Los enfrentamientos entre la policía y los mohawks se iniciaron a principios de la pasada semana cuando los equipos municipales de Oka intentaron penetrar en una pinada de la reserva india de Kanasatake para proceder a la ampliación de un campo de golf acordada el pasado verano por el Ayuntamiento.

Los indios levantaron barricadas para impedir el paso de los obreros municipales y se atrincheraron tras ellas mientras tiradores especializados armados con rifles de repetición tomaban posiciones en las alturas.

El miércoles, unos 1.000 hombres intentaron asaltar las posiciones indias. Tras un intenso fuego cruzado de varias horas, la policía se vio obligada a retirarse sin haber conseguido su propósito. En el ataque, un cabo de la policía resultó muerto sin que hasta este momento haya podido determinarse si su muerte fue causada por los indios o por las propias balas de sus compañeros.

Lo que comenzó como un simple incidente local, se extendió a las pocas horas a los suburbios de Montreal, la ciudad más populosa de la provincia de Quebec. Mohawks de varias reservas bloquearon los accesos a Montreal con el fin de impedir el envío de más refuerzos policiales a Oka.

Asuntos internos

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Las autoridades provinciales pidieron la intervención del Gobierno federal, pero el ministro de asuntos indios de Ottawa, Tom Siddon, se ha negado hasta ahora a intervenir en lo que ha calificado de asuntos interno de Quebec. La inhibición de las autoridades federales ha forzado al Gobierno provincial a negociar con los mohawks un acuerdo, ultimado el pasado sábado, cuyos términos no han sido revelados.Los mohawks, que anunciaron que no cederán un ápice en sus pretensiones de impedir la construcción de un campo de golf en su territorio, han pedido la retirada del cordón policial que rodea su reserva y que las autoridades no tomen represalias.

A última hora de ayer, Ellen Gabriel, portavoz de los indios, manifestó que los mohawks estaban dispuesto a levantar el bloqueo del puente Mercier de Montreal a cambio de "una disminución sustanincial de los efectivos policiales" en Oka.

Unos 17.500 mohawks viven en Quebec y varios miles más se encuentran repartidos entre la vecina Ontario y la frontera norteamericano-canadiense. Estos últimos protagonizaron hace dos meses graves incidentes, que provocaron dos muertos, como consecuencia de la decisión del gobernador de Nueva York, Mario Cuorno, de cerrar unos casinos ilegales explotados por mohawks.

El enfrentamiento entre lo mohawks y las autoridades franco-canadienses fue constante en el pasado debido al apoyo tradicional de esta tribu a los colonizadores británicos en sus lucha contra los franceses.

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