Delgado: "Lemond es peor enemigo que Breukink"

Pedro Delgado llega a su día de la verdad. El Tour puede empezar a ganarlo hoy o perderlo definitivamente. Es consciente de ello. La etapa que finalizará a primeras horas de la tarde en Luz Ardiden dictará la sentencia. Si Pedro Delgado no llega a la contrarreloj final con más de un minuto de ventaja su victoria en el Tour será casi imposible. Por eso hoy intentará romper la carrera. "Es la etapa más dura y voy a tratar de atacar para quitar el tiempo que he perdido. Esperemos que sea el suficiente". Y matiza: "Lemond es peor enemigo que Breukink".

Delgado, que esperaba otra etapa rápida, respiró tranquilo cuando llegó a la meta. Induráin, su fiel escudero, encabezó el pelotón que llegó tres segundos después del grupo del líder. Era un grupo de 89 unidades, donde quedaban muy claro los marcajes entre los hombres fuertes para evitar sorpresas: si Induráin llegó el 33º, Lemond fue el 36º , Alcalá el 38º, Breukink el 39º, Criquielion el 43º , Pensec el 44º, Bugno el 48º, Delgado el 51º y Lejarreta el 52º. Todos en 10 metros. Una vez consolados Mottet y Roche con la escapada, se trataba de que no ocurrieran más descuidos antes de la única gran cita con los Pirineos.Pedro Delgado dice encontrarse preparado para el asalto al poder. "Encaro la última semana", dice el ganador del Tour 88, "con la esperanza de recuperar toda la diferencia que me llevan BreukInk y Lemond. Yo espero ganarles ese tiempo". E inmediatamente, por si quedaba alguna duda sobre el lugar donde piensa conseguirlo, surge el nombre de Luz Ardiden: "Sí, es la etapa y el puerto más duro, y además es el último. Será necesario intentar cualquier cosa para atacar".

Delgado está muy relajado, como el que tiene mucha seguridad en sí mismo. En la salida de Millau, entre autógrafos y sonrisas, volvió a comentar: "Me encuentro muy bien". Y como tosió en ese momento, rápidamente añadió: "Nada, nada, esa es la tos de siempre". Sobre diferencias a sacar no quiere decir nada.Ni siquiera cuando se le pregunta si podrá quitar todo el tiempo que le sacan los favoritos, 2.37 minutos Breukink y 2.05 Lemond: "No, no, es muy dificil decir eso".

Respecto a sus dos directos rivales (de Chiappucci, el líder, tampoco habla, como el resto de los favoritos), dice: "Breukink es un corredor extraño. Suele andar muy bien, aunque el año pasado en los Pirineos se hundió. Lo mismo vuelve a dar otra explosión o aguanta, como ha hecho en los Alpes". Delgado admite que le ha impresionado el holandés en la montaña, dando por sentado que siempre ha ido muy bien contrarreloj.

De todas formas, aun respetando a Breukink, Lemond ocupa un puesto superior: "Es el peor enemigo, más que Breukink. Tiene una experiencia de muchos años y eso es muy importante". Respecto a Alcalá y su posible vuelta al primer plano tras la buena subida que hizo a Millau, también añade. "Es un hombre para estar siempre delante, pero es muy dificil saber cómo va a maniobrar su equipo".

Delgado no se olvidó de hablar de su compañero Induráin, que ha estado junto a él siempre que le ha necesitado: "Induráin ha corrido muy bien este año. No era optimista al comienzo del Tour porque no se encontraba físicamente muy bien, pero los días de Alpe d'Huez y de Saint Etienne hizo dos grandes etapas para ayudarme. Estoy muy satisfecho. Para mí es una tranquilidad sentirle cerca durante la carrera. Fue una pena, porque en Saint Etienne pudo ganar la etapa, pero de todas formas en este momento los dos estamos muy bien para los Pirineos y creo que podremos hacer cualquier cosa...".

Delgado, entre sonrisas, añadió que Indurain no tiene ningún problema en trabajar para él, aunque admitió: "El próximo año aún seguiremos juntos, porque tenemos contrato, pero después ... Es lógico que él tenga sus aspiraciones, pero aún es muy pronto para hablar de eso. Ahora sólo importa este Tour".