Los 'regalos' del español

Nada hay más cierto que afirmar que Delgado es el primer responsable de sus errores en el Tour. Y el primer afectado. Porque las circunstancias le terminan conduciendo a intentar esfuerzos extraordinarios para alcanzar la victoria; se le escapó en 1989 y va camino de alejársele en la actual edición. El Tour 89 tuvo un resumen bien gráfico: tardó 2.40 minutos en tomar la salida de la prólogo, un hecho sin precedentes tratándose del primer favorito, como tampoco existen antecedentes de que un corredor haya empezado el último para acabar el tercero.El Tour 90 no registra desastres de tal naturaleza, pero sí un cúmulo de errores de cálculo y despistes que han terminado limpiando el camino de sus mayores rivales. El Tour 90 de Delgado es más bien heterodoxo: recupera en las contrarreloj algo de lo que pierde en los puertos, una supuesta anomalía que indica, a pesar de su contraria opinión, que Delgado ha perdido algo de pegada en las cumbres a cambio de mejorar en el llano.

Un Delgado sin errores de cálculo estaría ahora casi a la par con Lemond y poco más de un minuto más cerca de Breukink, circunstancia que colocaría al español en una posición muy favorable para intentar resolver en la etapa de hoy. Estos cálculos no tienen en cuenta la más que discreta contrarreloj que efectuó el equipo Banesto, que evidenció que el conjunto no había preparado este tipo de pruebas (al contrario que el ONCE, con los resultados bien a la vista). La contrarreloj por equipos le supuso al español perder 1.25 minutos sobre Lemond y 1.52 sobre Breukink.

La actuación del español ha sido notable, sin embargo, en las contrarreloj individuales. Entre la llana y la cronoescalada, Delgado obtuvo 32 segundos sobre Lemond y 5 segundos de beneficio final sobre Breukink. A este respecto hay que señalar que sin el accidente sufrido en la cronoescalada (tuvo que cambiar de bicicleta) habría reducido tales ventajas en casi 30 segundos.

La mayor sorpresa surge en las montañas, porque Delgado sólo ha obtenido una exigua renta en un ataque bien librado, con 19 segundos de ventaja sobre sus dos rivales. En el conjunto de los finales montañosos, Delgado ha perdido 21 segundos sobre Lemond y 20 sobre Breukink. Es decir, todo un espejismo.

Finalmente, la parte más reprobable de su actuación descansa en sus errores de cálculo, que le han supuesto regalar 51 segundos al norteamericano y 30 segundos al holandés. Delgado no estuvo presente en un corte del pelotón en la cuarta etapa y dejó escapar a ambos en el macizo central. No persistir en su ataque contra un Breukink en dificultades en la subida a Millau fue otra decisión arriesgada. Delgado cifra todas sus esperanzas en una sola etapa, la de hoy, un día en el que todo el pelotón estará pendiente de él. Pero Delgado lleva un Tour tan irregular, tan loco, que cualquier especulación sobre su conducta en la etapa de hoy puede quedar en ridículo.