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400 vecinos de Valencia impiden que se dé metadona a unos drogadictos

Unos cuatrocientos vecinos del barrio del Pla del Real -la zona de Mestalla- de Valencia protestaron ayer cerrando comercios y cortando el tráfico contra la existencia en la zona de un dispensario de metadona. Los jóvenes que acuden cada día a inyectarse metadona, algunos con síndrome de abstinencia, no pudieron ser atendidos a causa de la protesta. Los comerciantes del barrio se entrevistaron con el delegado del Gobierno, Francisco Granados. Vecinos del barrio de Patraix también protestaron en el pleno municipal por otro centro de metadona.

El centro de metadona funciona desde hace cinco años en la calle de Micer Mascó. Un portavoz de los comerciantes de la zona, que prefiere el anonimato, señaló que los robos en los alrededores del dispensarlo son continuos, aunque matizó que nunca ha llegado a ocurrir nada grave. "Nosotros somos conscientes", agregó, "de que la mayoría de los heroinómanos que acuden son personas que trabajan y que los robos y atracos los realiza un porcentaje muy bajo que se queda por los alrededores y que no tiene nada que hacer. Pero estamos cansados de, aguantar esta situación".El centro de atención de Micer Mascó, dependiente de la Consejería de Sanidad, atiende a cerca de 250 personas y es el único en la actualidad que ofrece un servicio de atención médica en la ciudad. Los vecinos de la zona donde está instalado el centro objeto de la protesta nunca habían realizado actos de este tipo y acordaron ayer, tras las, entrevistas con Granados y Castellano, esperar hasta finales de mes a que se cierre el centro.

Otro problema se centra en Patraix, donde los vecinos realizan cada día manifestaciones y actos vandálicos en protesta por un centro de dispensación. que la Administración pretende abrir en la calle del Jurado Blanquer, y que la Cruz Roja se encargará de gestionar. Según Amparo Sánchez, directora de Toxicomanías de la Cruz Roja, la respuesta vecinal es "agresiva" y no existe un portavoz claro. "Nosotros elegimos ubicar el centro en esta calle porque era una zona tranquila y con calidad de vida. Además, está previsto ofrecer una terapia ocupacional que evite que los pocos drogadictos que acuden y que no tienen trabajo, se dediquen a deambular", señala Sánchez.

Actos vandálicos

Un sector de vecinos se dedica a tirar basura en el exterior del edificio, poner silicona en la cerraduras, caucho en las rendijas de las persianas y romper alarmas. "Si nadie quiere a los drogadictos, que lo digan claro, porque son ciudadanos como los demás, que necesitan un tratamiento médico", concluye.

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Los vecinos de Patraix acudieron y vociferaron ayer en el pleno del Ayuntamiento, coincidiendo con una moción presentada en torno al asunto por el portavoz regionalista, Vicente González Lizondo, y aplaudieron la petición de éste último de mandar a 20 kilómetros de Valencia a todos los drogadictos a los que Lizondo calificó de "lacra".

Los concejales aprobaron una enmienda del CDS en la se pide una mayor vigilancia en los centros donde se dispense metadona y que la Comisión Especial de la Droga del consistorio decida los lugares idóneos para la instalación de dispensarlos.

Ana Castellano, presidenta de la Comisión de Control de la Metadona, aseguró ayer que la Administración mantiene su voluntad de facilitar metadona como fórmula terapeútica pero subrayó su deseo de que ningún sector ciudadano "se sienta discriminado": "La metadona es un tratamiento para determinados toxicómanos no extensible a todos los drogodependientes".

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