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La justicia francesa da 'luz verde' a la extradición de Santi Potros

Dos años y medio y un complicado proceso jurídico han sido necesarios para que la Justicia francesa emita un dictamen favorable a la extradición a España del dirigente etarra Santiago Arróspide Sarasola, Santi Potros, detenido en territorio galo en septiembre de 1987. En ese tiempo, perdió definitivamente su estatuto de refugiado político en Francia y fue condenado por un tribunal francés, la pasada semana, a 10 años de reclusión por asociación de malhechores y tenencia ilícita de armas.La Cámara de Acusación del Tribunal de Apelación de París anunció ayer su dictamen favorable a la concesión de la extradición a España de Santi Potros. El fallo del tribunal parisiense estima que los documentos que le han sido remitidos por las autoridades judiciales españolas contienen "motivos racionales para considerar a Santiago Arróspide Sarasola responsable de los graves hechos que le son imputados". Santi Potros está acusado de ser el instigador de numerosos crímenes cometidos por ETA en España y también el proveedor de los medios materiales necesarios para su ejecución.

Juzgado con garantías

La Justicia francesa considera que no hay motivos para rechazar las seis demandas de extradición presentadas por España desde enero de 1988, dado que Santi Potros es ciudadano español, está acusado de delitos cometidos en España y ha perdido su condición de refugiado político en Francia. El tribunal cree que el etarra será juzgado en España "con todas las garantías jurídicas de un Estado de derecho".De los numerosos cargos en contra de Santi Potros presentados por España, el tribunal rechaza los de pertenencia a banda armada, robo de vehículos y falsificación de placas de matrícula. Si algún día Francia entrega a España a Santi Potros, éste no podrá ser juzgado por esos delitos. En cambio, los jueces franceses aceptan las acusaciones de instigación y colaboración material en diversos secuestros, asesinatos y atentados.

Como es habitual en sus comparecencias casi semanales en el palacio de Justicia de París, Santi Potros presentaba el aspecto de un alumno algo golfo reprendido por sus profesores. Vestía pantalón y jersey de color gris y el principal elemento que permitía identificarlo con las fotos que de él se difunden en España era su gran nariz.

El presidente del tribunal preguntó al etarra si aceptaba ser entregado a España; respondió que no. El fallo de ayer despeja los obstáculos jurídicos para la extradición. Sin embargo, a la materialización de este acto le queda todavía un largo camino. Santi Potros está condenado a 10 años de prisión en Francia y no podrá ser entregado a España hasta que haya cumplido gran parte de su condena. Quizá eso explique que ayer, al ser esposado para abandonar la sala, Santi Potros mirara hacia el público con una amplia sonrisa.

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