La presidencia yugoslava rechaza la declaración de soberanía eslovena
La presidencia federal yugoslava intenta frenar el proceso desintegrador que afecta al país balcánico y que amenaza con volverse incontrolable. En su reunión del viernes por la noche, el máximo órgano colectivo del país condenó, por considerarla anticonstitucional, la declaración de soberanía aprobada por el Parlamento esloveno el pasado 2 de julio, en la que se establece que las leyes federales que contradigan las eslovenas, dejarían de tener vigencia en esta república yugoslava."La presidencia no permitirá cambios en la Constitución federal por métodos anticonstitucionales", declaró la presidencia federal.
Los eslovenos contestaron ayer que no piensan anular la declaración y condenaron el tono amenazador de las autoridades federales, que anunciaron que utilizarían todas las medidas legales para conservar la integridad de Yugoslavia. Por otra parte, el ministro de Exteriores esloveno, Dimitrij Rupel, uno de los miembros más radicales del Gobierno de Lojze Peterle, declaró que Yugoslavia ya no existe y que Belgrado no puede representar los intereses de Eslovenia. Rupel ha realizado varios viajes al extranjero promoviendo el rápido acercamiento de Eslovenia a la CE y buscando apoyo internacional para la causa eslovena.
En el otro extremo de Yugoslavia, en la provincia autónoma de Kosovo, cuya autonomía fue suspendida hace dos días, reina una aparente calma, si bien los medios de información rehúsan trabajar bajo los nuevos directores impuestos por Serbia.
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