Una huelga general paraliza progresivamente Nicaragua

La huelga general comenzada hace 10 días en Nicaragua, en apoyo de mejoras salariales y de la revisión de la política económica del Gobierno, paraliza progresivamente toda la actividad laboral del país centroamericano. En la reunión negociadora mantenida ayer entre representantes del Ejecutivo de Violeta Chamorro y los sindicatos sandinistas, convocantes de la protesta, no se alcanzó ningún acuerdo que permitiera levantar la "huelga escalonada".

Fuentes sandinistas dijeron en Managua que el caracter progresivo de las medidas de fuerza hará que en los próximos días se vean afectados nuevos sectores. Los encuentros negociadores, que todavía se mantienen, se efectúan en un ambiente de tensión y con nuevas demandas del Frente Nacional de Trabajadores (FNT), que agrupa a 260.000 afiliados y dirige el paro. Lucio Jimenez, máximo dirigente de esta central sindical, declaró que no desconvocarán la huelga "mientras no logremos una solución a todos los puntos que afectan a los trabajadores nicaragüenses, que inicialente eran 14, pero que en el desarrollo del paro han aumentado a 19". Según estas fuentes, se acerca a 100.000 el número de trabajadores agrícolas, obreros industriales y empleados de los ministerios del Estado que han secundado la convocatoria en todo el país.Un salario mínimo mensual equivalente a 200 dólares (21.000 pesetas), revisión del plan de medidas económicas del Gobierno y la anulación de la ley que permite la privatización de las tierras y empresas confiscadas por el sandinismo, constituyen los puntos fundamentales en disputa. El ministro de Trabajo, Francisco Rosales, informó que se ha aceptado negociar, con carácter prioritario, el reajuste de los sueldos de julio y no descartó que el Gabinete de Chamorro acepte estudiar las otras demandas. 20.000 estudiantes de cinco universidades se han plegado a la huelga.