Thierry Marie, líder

Tras la etapa prólogo, lamentó no poder mantenerse hasta la jornada del martes. "Para un francés llegar de amarillo al Monte de San Miguel es como convertirse en el pequeño príncipe de Francia", manifestó. Y es que el fragor de la batalla del martes, con los cortes del pelotón finales, estuvo acorde con el impresionante escenario, a los pies del Monte de San Miguel, una auténtica maravilla natural, orgullo de Normandía. El kilómetro de su bahía, con las mareas más grandes del mundo, hasta 14 metros de diferencia, se considera el más bonito de toda Francia. La UNESCO declaró en 1972 el monte y la bahía Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad.