Primer paso esloveno hacia su soberania

El Parlamento de la República yugoslava de Eslovenia aprobó el lunes la "declaración sobre la soberanía del Estado de la República de Eslovenia", que estipula que, a partir de septiembre de este año, las leyes federales yugoslavas inconformes con las eslovenas dejarán de tener vigencia."No se trata de la declaración de independencia", declaró el primer ministro esloveno, Lojze Peterle.

Sin embargo, con esta declaración, el Gobierno democráticamente elegido de Eslovenia sentó las primeras bases legales, sin las consultas previas con otras Repúblicas yugoslavas, acerca de la Constitución de la confederación yugoslava: un nuevo acuerdo entre los pueblos yugoslavos.

Por otra parte, los 114 diputados del Parlamento de Kosovo, quienes declararon la independencia de esta provincia autónoma de Serbia, esperan, junto con toda la población albanesa, que recibió eufóricamente la proclamación unilateral de la independencia, las primeras reacciones serbias.

Serbia empleará todas las medidas del Estado de derecho ante la "violencia política", anunció el Gobierno serbio, a la vez que la organización de los serbios en Kosovo, Bozur, exigió la suspensión del Parlamento de Kosovo y de todas las instituciones políticas y culturales que han incitado "el separatismo" albanés.

Si los serbios suspenden todas las instituciones autónomas de Kosovo, habrá sangre, estiman las fuentes de Pristina, temerosas ante las medidas intransigentes que pudiera llegar a emplear Slobodan Milosevic.

Mientras que la declaración de independencia de Kosovo recibe los primeros apoyos de Croacia, aunque no de todos los partidos políticos, los medios de comunicación serbios, no sólo minimizan, sino que denigran las aspiraciones de los albaneses, quienes por primera vez están unidos en su lucha antiserbia, independientemente de su color político.

La proclamación de independencia es anticonstitucional, advierten los serbios, en espera de los resultados del referéndum, celebrado el domingo y el lunes pasados, que decidirá sobre la nueva Constitución serbia y el futuro de la provincia meridional.

Si bien el referéndum debería reflejar la opinión pública acerca de si las elecciones democráticas se deberían celebrar antes de elaborar una nueva Constitución, la pregunta acerca de la Constitución y las elecciones fue formulada de tal forma, que votar en contra de la Constitución significa votar a favor de la escisión de Kosovo.

Los serbios esperarán los resultados del referéndum para poder tomar las medidas pertinentes en Kosovo.