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COMUNICACIÓN

Homenaje a Bennet, impulsor de prensa norteamericana para europeos

James Gordon Bennett fue uno de esos millonarios norteamericanos de vida excéntrica que han dejado su huella en la historia contemporánea. Fundador en 1887 de la edición europea del New York Herald, antecesora del actual International Herald Tribune, Bennett fue, entre otras cosas, el hombre que envió a H. M. Stanley a buscar al doctor Livingstone, perdido en una selva africana. París rinde ahora homenaje a este magnate de la prensa con una exposición en el museo de Orsay.En su vida privada, Bennett fue un loco de las fiestas desmesuradas a bordo de yates enormes y de las carreras de automóviles, globos aerostáticos y aeroplanos. En su vida profesional, la consigna de este heredero y ampliador de una fortuna labrada en el negocio de la prensa fue: "Nombres, nombres, nombres. Noticias, noticias, noticias".

El 4 de octubre de 1887, Bennett fundó en la capital de Francia la edición europea del New York Herald, diario de su propiedad. Esa edición, conocida como Paris Herald, sentó la primera piedra de una presencia fecunda del periodismo norteamericano en el viejo continente, de la que hoy es portaestandarte el International Herald Tribune.

Entre 1887 y 1919, fecha de su desaparición, el Paris Herald de Bennett fue no sólo el periódico de los residentes norteamericanos en Europa, sino también una de las voces más prestigiosas de la belle époque, el periodo en el que París fue el centro del mundo.

La exposición recién inagurada en el museo de Orsay examina desde todos los ángulos la vida de este periódico. Destacan como ejemplos clásicos de periodismo las coberturas otorgadas por Paris Herald a la desaparición, búsqueda y descubrimiento del explorador británico David Livingstone, el asunto Dreyffus y el hundimiento del Titanic; y también los suplementos en color consagrados a la moda de la belle époque.

Modernidad

La edición parisiense del New York Herald fue todo un símbolo de la modernidad. Bennett introdujo en el periodismo europeo el uso de la linotipia, el reparto en automóvil y la transmisión de noticias por radio y cable transatlántico.Para sus contemporáneos, la obsesión de Bennett por los avances tecnológicos se convirtió en una leyenda. En 1889, el novelista francés Julio Verne publicó Un día en la vida de un periodista del año 2889, una novelita en la cual un tal Francis Bennett, descendiente ficticio de James Gordon Bennett, dirige un periódico futurista llamado Earth Herald.

En la exposición una maqueta reproduce el lujoso yate de Bennett, Lysistrata, de 100 metros de largo y tan amplio que contenía incluso un establo con dos vacas para suministrar la leche fresca del desayuno del magnate.

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