_
_
_
_
_

Inquietud en EE UU por las dificultades que crearía la eventual ruptura canadiense

EE UU considera que una eventual ruptura de Canadá, como consecuencia de la crisis constitucional que afecta a la provincia francófona de Quebec, le crearía graves problemas en temas concretos de defensa, comercio y medio ambiente. Por otra parte, los líderes de los dos partidos mayoritarios de Quebec acordaron el viernes crear una comisión parlamentaria para estudiar las opciones constitucionales tras naufragar el Acuerdo del Lago Meech.

Canadá atraviesa la más grave crisis constitucional en sus 123 años de historia como confederación como consecuencia de la expiración, el pasado 23 de junio, al no haber conseguido la ratificación total, del pacto constitucional firmado a orillas del lago Meech en 1987 por las asambleas de las 10 provincias canadienses.Manitoba y Terranova, que sólo representan el 6% de los 26 millones de habitantes de Canadá, se negaron a ratificar el acuerdo, que pretendía integrar a Quebec en la Constitución canadiense de 1982 reconociendo una serie de privilegios a la provincia francoparlante, incluido su carácter de "sociedad distinta".

El pasado viernes, el primer ministro de Quebec, el liberal federalista Pierre Bourassa, y el líder del independentista Partido Quebequés, Jacques Parizeau, anunciaron en una inusitada conferencia de prensa conjunta el nombramiento de una comisión parlamentaria para estudiar las opciones constitucionales que se abrían a la provincia.

Parizeau habló de la necesidad de redactar una nueva constitución para Quebec, pero Bourassa se refirió simplemente a "los cambios que serían precisos como consecuencia del fracaso del federalismo propuesto en el acuerdo del Lago Meech.

Por su parte, el diario The New York Times se refería ayer a la preocupación existente en círculos oficiales norteamericanos por la situación canadiense y citaba una serie de informes preparados por el Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), según los cuáles una ruptura de la confederación canadiense crearía problemas de defensa, de comercio y de medio ambiente a EE UU.

Las fuerzas armadas norteamericanas y canadienses funcionan a efectos de defensa de la zona septentrional del continente con una estructura de mando único (NORAD), que coordina los movimientos de las fuerzas de tierra, mar y aire.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Colaboración policial

Igualmente, la colaboración policial entre los dos países, que comparten la frontera abierta más larga del mundo, se vería seriamente afectada, en particular en el campo de la lucha contra el tráfico de drogas. Bourassa se ha comprometido a no adoptar ninguna decisión hasta el próximo febrero cuando otra comisión de expertos nombrada por el gobierno autonómico tenga finalizado un estudio sobre el futuro de la provincia.En estos días, el Canadá anglófono celebra su fiesta nacional con la presencia de la reina Isabel II de Inglaterra, que todavía desempeña la protocolaria jefatura del Estado canadiense. La soberana británica, que llegó el miércoles a la provincia occidental de Alberta, tenía previsto realizar ayer una breve visita a la localidad quebequesa de Hull, cercana a Otawa. El viernes, en Calgary, Isabel II dijo que "sigue con preocupación" la situación.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_