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Washington, paralizado por un vídeo

Una cinta secreta muestra al alcalde Barry tomando droga en una trampa de su ex amante

Washington era, el jueves por la noche, una ciudad en torno a un televisor, y no precisamente por culpa del Mundial de fútbol, sino para presenciar las sórdidas escenas grabadas por el FBI durante la trampa tendida al alcalde de la capital norteamericana, Marion Barry, el pasado 18 de enero, que muestran al popular político fumando una pipa del mortífero crack, un derivado de la cocaína, en un céntrico hotel capitalino.

La cinta muestra con toda claridad las escenas, grabadas durante 83 minutos por los agentes federales en la habitación 727 del hotel Vista Internacional, donde el alcalde, de raza negra, fue atraído por su antigua amante, la modelo de color Hazel Diane Rasheeda Moore, de 39 años, que se había prestado a colaborar con las autoridades para conseguir la detención del alcalde.El día anterior, en la vista del juicio iniciado el 4 de junio contra Barry por perjurio, posesión y consumo de estupefacientes, Rasheeda Moore, la principal testigo de la acusación, había asestado un duro golpe a la pretensión de inocencia hecha por el alcalde al relatar con todo detalle sus relaciones con Barry, una relación de sexo, drogas y nepotismo, que empequeñece cualquier serial de televisión.

Moore declaró que ella y Barry habían consumido toda la amplia panoplia de estupefacientes, desde el opio y la marihuana hasta la cocaína y el crack, no una vez, "sino más de 100", en los cerca de tres años que duró su relación sentimental. Según la modelo, madre de tres hijos de diferentes padres, Barry y ella consumieron drogas a un ritmo cada vez mayor, que a veces fue de 'tres y cuatro veces por semana", hasta que rompieron, en 1988, después de una tormentosa entrevista en un hotel de Washington en la que Barry la tiró al suelo de un tortazo tras acusarla de acostarse con un amigo.

Moore, que fue incluida en la nómina municipal como directora de un programa de promoción juvenil, explicó en su testimonio que en una ocasión incluso había llevado droga a Barry a su despacho oficial del ayuntamiento. La modelo está protegida celosamente por los agentes federales porque la mafia del narcotráfico ha puesto precio su cabeza: 100 000 dólares.

Un día después de la demoledora declaración de la testigo, el jurado visionó la cinta. Las escenas muestran cómo Barry, que en un principio se mostró reacio a subir a la habitación de Moore, "por temor a los espías", compra una dosis de crack a la compañera de habitación de su antigua amante, de nombre Wanda, que luego resultó ser una agente federal, y tras intentar convencer a Rasheeda de que fume con él, llena la pipa con la droga e inhala dos veces. Previamente, el alcalde intenta sin éxito que Moore acceda a hacer el amor, a lo que ella se niega alegando sus continuas infidelidades.

Cuando Barry ha realizado dos profundas inhalaciones de crack,, los agentes federales y policías locales irrumpen en la habitación, le detienen y le esposan. "Es una trampa, esta puta me ha tendido una trampa", se oye repetir una y otra vez al alcalde que, obsesionado, no presta atención a la lectura de sus derechos, que pretende recitar uno de los agentes del FBI.

La reacción de los washingtonianos ha sido de profundo rechazo a la actitud de su alcalde, elegido para el cargo durante tres mandatos consecutivos, si bien a la mayoría no le gusta el procedimiento usado para su detención.

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