La alcaldesa de Turín se niega a acoger a la selección inglesa

La posibilidad de una victoria de Inglaterra sobre Camerún el domingo ha despertado todos los sentimientos de temor y odio contra los hooligans en Turín, escenario el día 4 de la semifinal que acogería al equipo de Bobby Robson. Su alcaldesa, Maria Magnani Noya, ha suplicado que el encuentro se suspenda o se celebre en otra ciudad: "Por favor, concedan otro estadio al equipo inglés".

Hace cinco años, 39 seguidores del Juventus de Turín murieron masacrados en el estadio Heysel por la barbarie de los fanáticos hinchas del Liverpool. El suceso pervivirá siempre en la ciudad. La alcaldesa considera que es prácticamente imposible mantener el orden público en la ciudad si Inglaterra juega la semifinal en Turín. Esta ciudad vive traumatizada por los sucesos de Heysel. Es en Turín, más que en Nápoles, donde se asiste con toda nitidez al temor que despiertan los hooligans. "Ésta es una ciudad con todos los riesgos de convertirse en un lugar de hierro y fuego", temió la alcaldesa.El peligro de acciones de represalia por parte de algunos hinchas del Juventus es notorio. En Turín comienzan a aparecer pintadas en los muros con alusiones a la tragedia. "Recordamos Eleysel, hooligans os esperamos. Compañeros, os vengaremos", rezaba una pintada situada en una tapia cercana al estadio.

Sin embargo, los dirigentes de la FIFA v del comité organizador, con su presidente, Luca de Montezemolo a la cabeza, han respondido negativamente a las súplicas de la alcaldesa socialista: "El partido se jugará en Turín, estén o no los ingleses".

Orden judicial

Las autoridades municipales han iniciado una veloz campaña para impedir la presencia de los hinchas ingleses. La alcaldesa ha manifestado que se reunirá con el prefecto de Turín para tratar de conseguir una orden judicial que impida el acceso de los aficionados ingleses a la ciudad. La campaña ha sido contestada por Vittorio Chiusano, presidente del comité local de organización y del Juventus. Chiusano ha manifestado que la actitud de la alcaldesa es desmesurada y pone en duda la eficacia de la política de orden público en esta Copa del Mundo. Luca de Montezemolo ha realizado unas declaraciones similares: "Las fuerzas de orden público han hecho hasta hoy un trabajo excelente. Lo mismo ocurrirá el día 4".

En estos círculos de la organización de la Copa del Mundo, se ve con perplejidad el intento de suspender o trasladar el eventual encuentro de Inglaterra en Turín. "No se pueden cerrar las puertas de la ciudad a los ingleses. Es imposible y además sería como decir: 'Señores, se suspende el Mundial'. Una ciudad que decide acoger partidos de este torneo no puede echarse a atrás a última hora", declaraba un miembro del comité organizador al diario La Repubblica. Como última solución, la alcaldesa ha propuesto que el encuentro de Inglaterra, si este equipo superara a Camerún mañana, se celebre en Nápoles.

En Turín, los propietarios de los bares han asegurado que cerrarán sus locales en el caso de que Inglaterra juegue en dicha ciudad. Algunos hoteles están dispuestos a negar el hospedaje a los aficionados británicos y a apoyar sin reservas a Camerún.