El júbilo del gol

Con motivo del Mundial de Italia, EL PAÍS, en su suplemento Deportes del 11 de junio pasado, publica un interesante trabajo de Javier Martín recogiendo opiniones de las, según él, "escasas voces que se alzan públicamente contra el circo del fútbol", procedentes de intelectuales o personas destacadas en la vida nacional. El que suscribe, aficionado al fútbol no comparte pero respeta sus posturas ante la ola de pasión futbolística que nos invade.Así, por ejemplo, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio, con esa agudeza proverbial que aplica en los análisis de los temas que trata, nos hace ver que el fútbol es, como espectáculo de masas, "intrínsecamente fascista", al necesitar obligatoriamente la presencia del otro, del enemigo, para justificar la victoria y así autoafirmarnos. Bueno, qué le vamos a hacer. El autor de El Jarama nos deja un poco contritos, la verdad, pero se nos pasa enseguida; no es cosa de entristecerse demasiado en plena y gozosa vorágine de un Mundial interesantísimo.

Lo que sí nos deja bastante perplejos es la opinión de Clemente Auger, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, hincha declarado de la URSS -como el escritor Juan Benet- y "enemigo del resto del fútbol". Así de claro. Benet dice que "sólo asiste a los partidos en los que juega la URSS, con bandera y todo". Hombre, también con la banda de música, digo yo.

Volviendo a las declaraciones del señor Auger, añade que le disgusta la violencia y "odia el fútbol por la alegría que produce en la gente". Quiero creer que el articulista no ha debido interpretar bien estas palabras. De no ser así, cabe preguntarse: ¿tanto le molesta al Ilustre jurisconsulto el júbilo que estalla en un estadio de fútbol cuando llega el gol o la victoria?.-