Abogados de varios detenidos en la Operación Mago pedirán careo con Portabales

Abogados de detenidos en el transcurso de la Operación Mago deberán esperar a que el juez Baltasar Garzón decida levantar el secreto del sumario y notificarles los autos de prisión, o, en su caso, los de procesamiento, para comenzar a desplegar toda la habitual batería de recursos contra la situación de sus defendidos. Los letrados de Celso Barreiros y Carlos Goyanes, los dos empresarios detenidos en Madrid, negaron cualquier relación de sus defendidos con el blanqueo del dinero de los narcos gallegos y pedirán careos con el confidente que les involucró en los hechos, Ricardo Portabales.

Manuel Cobo del Rosal, catedrático de Derecho Penal, se mostró "profundamente convencido" de que su defendido, Celso Barreiros, "es absolutamente inocente Y no es sólo una convicción personal, sino que está fundada en pruebas objetivas y documentadas que estoy estudiando estos días y que presentaré tan pronto el juzgado levante el secreto sumarial", añadio el abogado.Cobo del Rosal reivindicó como derecho fundamental el principio de la presunción de inocencia y manifestó que está estudiando pedir un careo entre Barreiros y el confidente que le denunció, Ricardo Portabales. Los problemas de Barreiros con Portabales vienen desde el pasado otoño, en que el confidente citó al empresario como vinculado al blanqueo de dinero y sus declaraciones fueron publicadas en dosnúmeros de la revista Tiempo. Barreiros presentó entonces una demanda de protección del derecho al honor contra Portabales, que se está tramitando actualmente en un juzgado de Madrid.

Cobo del Rosal enumeró con cierta ironía los objetos intervenidos en el registro domiciliario de los Barreiros, entre ellos, "las joyas de su mujer, incluída la alianza matrimonial, y el carné de identidad y el pasaporte de la señora Barreiros". Respecto a a las, pistolas y armas de caza, "él es cazador", aclaró su abogado. Los documentos de tipo notarial y bancario "en absoluto son ni remotamente reveladores de blanqueo de dinero", aseguró.

Gonzalo Rodríguez Mourullo, también catedrático de Derecho Penal, y que defiende a Carlos Goyanes, aseguró que no tiene más referencias que los propios hechos. "La declaración de mi defendido fue muy breve y apenas duró tres cuartos de hora. En cuanto el juzgado me notifique el auto de prisión recurriré para pedir su libertad."

Goyanes, personaje de la jet, fue detenido el pasado día 12 en su domicilio de Madrid acusado de participar en el blanqueo de dinero. Su abogado sólo dispone de una copia del acta de entrada y registro y otra de su única declaración. Rodríguez Mourullo señaló que el secreto del sumario "no impide la tutela judicial efectiva, pero por ahora estoy privado de la posibilidad de recurrir. Lo único que conozco es que de la documentación ocupada en el registro de su domicilio no se deduce ningún blanqueo de dinero"

Internado la prisión de Alcalá, Goyanes permanece "muy tranquilo en cuanto a los hechos" según su abogado, pero "sufre las condiciones de la prisión, el sufrimiento de sus familiares y las consecuencias negativas de la publicidad que se ha dado al caso". Su mujer, Cary Lapique, ha ido a verle a la prisión dos o tres veces desde que se le levantó la incomunicación.

Goyanes negó conocer a los detenidos gallegos. Durante el registro de su domicilio, en presencia del juez central de guardia, Carlos Bueren, la policía encontró 700.000 pesetas. Para Rodríguez Mourullo es una cantidad insignificante "en un asunto en el que se está hablando de miles de millones de pesetas".

El 'clan Charlín'

A Manuel Charlín Pomares se le identifica en Galicia con el clan de los Charlines, supuestamente vinculado al contrabando de tabaco. Parte de los contrabandistas de tabaco se han deslizado en los últimos años hacia el tráfico de drogas, actividad que multiplica sus beneficios. En el seno de algunas familias de arraigada tradición contrabandista se produjeron reconversiones de algunos de sus miembros de tabaqueros a narcos. El hermano de Manuel Charlín, Melchor, era uno de los objetivos más buscados por Garzón, pero se encontraba "embarcado", al ir a detenerle.

Jaime Sanz de Bremond, defensor de Manuel Charlín señaló que "con esta redada se ha producido un linchamiento moral de personas ajenas al narcotráfico, generalizando rumores peligrosamente, confundiendo el contrabando de tabaco con el narcotráfico y no distinguiendo suficientemente entre familias ni entre miembros de las mismas".

Para Sanz de Bremond, no todas las personas que en Galicia han tenido que ver con el contrabando de tabaco tienen que ver ahora con el narcotráfico.