Costa Rica ya ha ganado su mundial

"Me llaman gitano. No me importa. Al contrario, es verdad. Llevo una vida similar a la de los gitanos. Me gusta ser nómada y cambiar constantemente de país y de ciudad". Lo dice Bora Milutinovic, el yugoslavo que ha conseguido el milagro de colocar a Costa Rica en los octavos de final del Mundial, la gran sorpresa hasta ahora en la competición. "Nosotros ya hemos ganado nuestro mundial", prosigue Milutinovic, al que en Italia se le compara con Helenio Herrera por su locuacidad. "Mis jugadores y yo hemos hecho historia. ¡Incluso han declarado un día de fiesta en Costa Rica!".Bora Milutinovic celebró la clasificación de Costa Rica con una cena para 40 personas en el restaurante Edilio, uno de los mejores de Génova. Pagó la cena su mujer, una multimillonaria mexicana que se ríe cuando escucha una de las frases favoritas de su esposo: "Nacer pobre no es un pecado. Sí lo es no casarse con una mujer rica".El entrenador yugoslavo, que ya dirigió a México en el Mundial de 1986, está desatado. Las frases más contundentes de este Mundial las está pronunciando él, aunque siempre apostilla: "No me tomen en serio". La fiesta en el restaurante Edillo fue espectacular, pero no tanto como la que se celebró en toda Costa Rica. La cadena radiofónica Columbia transmitió en directo, durante dos horas, desde el restaurante. Por el teléfono pasaron todos, mientras al otro lado de la línea estaba Rafael Angel Calderón Fournier, presidente del país. Pudo charlar con Óscar Arias, el ex presidente de la nación y premio Nobel de la Paz, que lleva 15 días en Italia disfrutando con la selección en una gira que se ha alargado más de lo previsto.

El cargo de seleccionador costarricense lo rechazó el argentino César Menotti, campeón del mundo en 1978, "por contratos periodísticos", según la versión oficial, aunque muchos creen que no tenía ganas de pasar por Italia como un perdedor. Milutinovic no gana mucho dinero, pero eso dice no preocuparle: "Ahora mismo pagaría por estar viviendo esta situación. Si fuese una cuestión económica, me habría quedado en mi casa, en México. Me gusta entrenar, me gusta este trabajo. Es una labor para locos, y yo soy el mayor loco de todos".

Los mexicanos afirman que Milutinovic es divertido en pequeñas dosis, pero que es peligroso cuando lo sufres durante mucho tiempo. A él le da lo mismo lo que piensen los demás. "Ganamos a Suecia porque tuvimos fortuna, una maldita fortuna. La jugada del empate, el gol de Flores en remate de falta, lo entrenamos más de 50 veces en los entrenamientos, y nunca salió bien. Nunca, hasta el día en que más lo necesitábamos".

Todo el equipo recibirá como premio un coche japonés, mientras las primas ya han alcanzado los 11.000 dólares, la mitad de lo que cobra un futbolista profesional en Costa Rica. Metford, el jugador de 22 años que desequilibró el partido con su tremenda punta de velocidad, ya ha recibido la visita en el hotel de la selección de un intermediario belga, que le ha prometido un puesto en uno de los clubes importantes de Europa. Metford no está convencido. Roger Flores, el autor del gol del empate, sabe que esas visitas ya no son para éI, porque tiene 33 años. "Yo quiero pilotar aviones", dice como reto de futuro.

El único lesionado es el portero Conejo, que sufrió una durísima entrada en el partido ante Suecia. Pero nadie duda de que hoy juegue contra Checoslovaquia. Ha sido uno de los grandes descubrimientos de este Mundial. "Hemos conseguido acallar a los que decían que Costa Rica era el postre del Mundial". Conejo se refiere a algunos comentarios irónicos, antes del inicio del Mundial, que hacían esa comparación porque Costa Rica produce café, plátanos y azúcar.

La gran fiesta se prepara en Costa Rica para el 2 de agosto con una peregrinación masiva, y a pie, al santuario de la Virgen de los Angeles de Cartagena, a 25 kilómetros de San José, la capital. Mientras, en el restaurante Edilio, los dirigentes de la federación se dieron cuenta a las dos de la mañana de que no habían reservado ningún hotel para los octavos de final.