_
_
_
_

Suspiros y pocas palabras en la Cemu

En la ciudad-escuela que dirige Muñiz aumenta estos días el ajetreo cuando alguien llega de la Audiencia Provincial. La pregunta es siempre la misma: "¿Qué tal, cómo ha ido hoy?", y en el ambiente se palpa una tristeza cargada de suspiros y pocas palabras.

Chiqui, que tiene 20 años y lleva 10 en la Cemu, asegura que tío Alberto también se ha acostado con él y no ha pasado nada: "Todo esto nos tiene preocupados, pero vamos a ganar". Javier Alemany, un joven con gafas, le increpa: "Aquí no gana nadie, es la imagen lo que queda y esto no me gusta nada".

Los más pequeños, de siete u ocho años, chapoteaban ayer en la piscina mientras algunos más mayores charlaban sentados en el césped. La conversación se repite: "¿Has visto lo que ha dicho Celia?", "Parece mentira lo del Chepa". Todos estaban enfadados por lo que había dicho Celia Luelmo: "A ella la echaron de aquí porque era mala, frecuentaba a menudo los pubs del pueblo; y si no, que se lo pregunten", dice Alemany.

José María Aguirre, El Abuelo, tiene 64 años y se vino desde Orense hace 25 con Muñiz. "Cada 100 años nace un hombre así, pero la envidia es muy mala y ahí está el origen de todo", afirma Aguirre haciendo referencia a tío Alberto. Él asegura que confía en los jueces. "No son tontos y verán la verdad".

Las madres de los niños externos que estudian en la Cemu se acercan cada día a preguntar por tío Alberto, por el juicio y por el futuro de la escuela. Hasta los más pequeños leen los periódicos para que no se les escape un detalle. "Ven hasta los telediarios", añade Chiqui.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

A las cinco y cuarto llegó Alberto Muñiz rodeado de chavales. Con un notable cansancio, se retiró a dormir un rato.

Una joven de 16 años que le acompañaba comentó que todos estaban agotados. "Pero vamos todos los días para estar con él; se pone tan contento...", dice.

Chiqui asegura que Alberto Muñiz ha comprado los terrenos colindantes con la ciudad-escuela. "Quiere hacerse su estudio en caso de que le inhabiliten", dice, "y seguir estando cerca de nosotros".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_