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El Parlamento rumano autoriza aplastar las protestas

El nuevo Parlamento rumano autorizó ayer al Ejército y la policía para disolver las manifestaciones antigubernamentales en Bucarest. La decisión parlamentaria fue adoptada por 377 votos a favor y 72 en contra, y contó con el apoyo decisivo del Frente de Salvación Nacional (FSN) en el poder. Mientras prosigue una masiva redada contra miembros de la oposición, el diario Dreptatea, del Partido Nacional Campesino, publicó ayer las supuestas conversaciones policiales que parecen probar que la quema de autobuses el pasado día 13, atribuidas a manifestantes fueron obra de las fuerzas de seguridad.

Ayer fue sacado de la unidad de cuidados intensivos del hospital de urgencia el presidente de la Liga de Estudiantes, Marlan Munteanu, y trasladado bajo detención al hospital especial del Ministerio del Interior. Los estudiantes de Bucarest acusaron ayer al presidente de crímenes contra la nación rumana.La inestabilidad extrema continúa, con diversas concentraciones continuas en la capital, el Ejército y la policía desplegados en todo el centro y un presidente que podría adelantar a hoy su investidura, prevista en principio para mañana, para intentar Poner fin a una interinidad que le es extremadamente peligrosa.

Ayer, en el Parlamento, el primer ministro, Petre Roman, y el candidato del Partido Nacional Campesino, Ion Ratiu, se saludaron efusiva y ostentosamente.

La presencia del ministro de Defensa, Víctor Stanculescu, en la plaza de la Universidad para observar una manifestación antigubernamental y la oferta de contactos del Ministerio del Interior a los estudiantes alimentan, asimismo, las informaciones sobre un creciente aislamiento de Illescu en el poder. Contrastan, sin embargo, con la oleada represiva y de agresividad de la propaganda oficial que se abate sobre Rumania. Los detenidos son ya, al parecer, millares.

El Parlamento, con una apabullante mayoría absoluta del FSN, decidió ayer la intervención de la policía en la plaza de la Universidad, ocupada de nuevo por manifestantes.

[El primer ministro rumano, Petre Roman, afirmó después de aprobarse la moción que los diputados "votaron la calma y la tranquilidad, no la represión", informa Efe. El ministro del Interior calificó la situación de muy preocupante y dijo que el Parlamento debe precisar ahora su posición sobre los recientes acontecimientos].

Líderes estudiantiles hicieron un dramático llamamiento a la Prensa y la opinión pública internacional para que estén pendientes de su suerte. "No sabemos qué va a ser de nosotros en las próximas horas", dijeron, antes de pedir protección para seguir la lucha por la democratización de Rumania.

Los representantes de las asociaciones de estudiantes de Bucarest que aún quedan en libertad anunciaron ayer qye llevarán al presidente Ion Illescu a los tribunales por "crímenes contra la nación rumana", al haber organizado y aplaudido los salvajes apaleamientos de ciudadanos de la capital los pasados días 14 y 15 de junio.

Medidas de seguridad

Ayer se reunió el Parlamento rumano entre fortísimas medidas de seguridad, al tiempo que resurgían las manifestaciones en demanda de la dimisión de lliescu y otros dirigentes comprometidos con la dictadura comunista. Ya el domingo una pequeña manifestación había ocupado de nuevo la plaza de la Universidad. Antes lo había sido ya dura te tres meses por la oposición y, al ser desalojada violentamente por la policía, fue origen de la escalada de violencia y la crisis política más grave desde la revolución contra el dictador Nicolae Ceausescu, el pasado mes de diciembre.

"Somos supervivientes de la matanza". Así comenzaron los estudiantes su conferencia de prensa para denunciar "esta tragedia inconcebible", el intento de la "destrucción sistemática de la oposición". Denunciaron asimismo lo que consideran pogromo de los mineros contra la ciudadanía de Bucarest, especialmente contra estudiantes y personas con aspecto de intelectuales, como un crimen al pueblo.

Los estudiantes dejaron claro que, en su opinión, los incidentes violentos del 13 de junio, en que tras una manifestación de la oposición fueron asaltados el Ministerio del Interior, la Jefatura de la Policía y la televisión, fueron obra de agentes del poder en colaboración con grupos marginales manipulados.

"Condenamos aquellos hechos", precisaron. Sin embargo, el 14 y el 15 de junio, la actuacióh de una horda dirigida por agentes del poder '"fue un pogroma típicamente fascista". Los mineros iban acompañados por agentes de civil y otros que, aunque disfrazados de mineros, no lo eran, según explicó Alexander Nancu, de la Asociación Veintiuno de Diciembre, creada para ayudar a las víctimas de la revolución.

En la sede de este grupo, arrasada por los mineros, fueron des truidos documentos que probaban, supuestamente, la implicación en la represión en diciembr de numerosos dirigentes cornu nistas que siguen en el poder con el FSN. Los agentes disponían de las fotografías de los líderes de la asociación y de sus direcciones. Mientras, las autoridades rumanas han intensificado su campaña contra la Prensa occidental. La rumana acusa a los corresponsales extranjeros de difamar a Rumania.

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