_
_
_
_

Los bomberos asaItan la sede de la Comunidad

Juan Carlos Sanz

Un centenar de bomberos de la Comunidad de Madrid ocuparon ayer por la fuerza la sede del Gobierno autónomo, en la Puerta del Sol, ante la negativa del presidente Joaquín Leguina a recibirles para ne gociar sus reivindicaciones laborales. Los integrantes de este , cuerpo de protección ciudadana -que exigen un incremento salarial de 200.000 pesetas al año- se hicieron fuertes durante dos horas en el edificio, que alberga también a unos 300 policías.

Los bomberos aprovecharon los mismos balcones desde los que se proclamó la II República para desplegar una pancarta y hacer prácticas de descenso con cuerdas, con gran regocijo de turistas y paseantes. Poco antes, alrededor de 200 manifestantes -provistos de cascos y mosquetones- habían sembrado de espuma carbónica las fuentes y la calzada de la Puerta del Sol, que quedó cortada al tráfico. Durante el asedio, hicieron estallar petardos y prendieron una pira de neumáticos, que elevó una columna de humo negro en el kilómetro cero de las carreteras radiales.El presidente Leguina, que celebraba en esos momentos una conferencia de prensa junto al embajador de Chile, Gabriel Valdés, eludió la entrevista con los bomberos. "Ni la Constitución ni el Estatuto [de Autonomía] ni la leyes me obligan a recibirlos; cuando hablan con los consejeros, están hablando conmigo", puntualizó Leguina, que recordó: "Los bomberos están para apagar fuegos y no para provocarlos".

Los líderes sindicales de los bomberos, que habían abortado una primera intentona de los concentrados para tomar la sede del Gobierno autónomo, no dudaron en encabezar el segundo asalto tras conocer la respuesta de Leguina.

Los servicios de seguridad de la comunidad se vieron desbordados ante la avalancha de funcionarios vestidos con mono azul, que hacían sonar con estrépito pitos, cascos y mosquetones metálicos.

Sin resistencia

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que vigilaban el acceso al inmueble tampoco opusieron resistencia, aunque una dotación de la Reserva General (antidisturbios) tomó posiciones más tarde en ras alas del edificio, mientras quedaban bajo el control de los bomberos los salones centrales. La antigua sede de la Dirección General de Seguridad sigue siendo utilizada habitualmente por al menos 300 policías de la Brigada Judicial y de la Inspección Central de Guardia.Dos colaboradores próximos de Leguina expresaron su malestar por la pasividad de la policía. "No tenemos un servicio de seguridad más potente porque carece de sentido en un edificio repleto de policías", alegaron, al tiempo que recordaban que los agentes suelen formar un cordón ante cualquier manifestación de jubilados o padres de alumnos, pero evitaron enfrentarse con "los fornidos bomberos".

La tensión se hizo patente durante unos instantes cuando los policías antidisturbios se colocaron los cascos y avanzaron sobre los bomberos, los cuales levantaron una barricada: con sillas y esgrimieron barras metálicas.

Los representantes sindicales de los bomberos fueron finalmente recibidos por el director de Protección Ciudadana de la Comunidad, Enrique Echegoyen, que se comprometió a trasladar a Leguina sus reivindicaciones laborales. Posteriormente, Echegoyen aseguró que el próximo jueves el presidente regional se reunirá con delegados, de CC OO y UGT.

Los invasores de la sede del Ejecutivo autónomo debatieron en una improvisada asamblea cuál sería su próxima acción. Tras descartar marchar en manifestación hasta la plaza de Cibeles o permanecer indefinidamente en la Puerta del Sol, los bomberos votaron una retirada estratégica y se emplazaron a una nueva asamblea el próximo jueves para conocer la respuesta de Leguina a sus peticiones.

Los 543 funcionarios del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad reclaman 105 millones de pesetas para su equiparación salarial con el resto de los empleados de la Administración regional. Damián Rodríguez, portavoz de CC OO en los bomberos, cifra en 200.000 pesetas la subida lineal que se reivindica para cada trabajador.

Después de casi un mes de huelga de celo, y tras la ruptura de negociaciones con la Consejería de Hacienda, los bomberos advierten, como próxima medida de protesta, que rechazarán la incorporación de 357 contratados para la extinción de incendios forestales, a quienes no consideran capacitados para la lucha directa contra el fuego., Al mismo tiempo, los sindicatos denuncian las deficientes condiciones de habitabilidad de los parques de bomberos de Aranjuez, Lozoyuela, Aldea del Fresno y El Escorial, y exigen la dotación de 110 nuevas plazas.

Echegoyen explicaba que la actitud de los bomberos era "una trampa saducea: si les subimos el sueldo por armar ruido, habrá que reconocérselo al resto de los trabajadores de la Comunidad".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_