O sole mio
Fue la canción que entonó la selección holandesa a se llegada a Palermo en un ambiente de buen humor. Tras abandonar su concentración en Yugoslavia, donde el tiempo ha sido gris, los holandeses aterrizaron en la soleada isla entonando esta canción, que tuvo inicialmente como solita a Gullit. Su compañero Koeman, antes de partir hacia Sicilia, compró crema protectora para el sol en una de las tiendas libres de impuestos: "Mi piel es muy blanca y debo cuidarme. Espero que en Sicilia no haga tanto calor como en Barcelona porque allí la verdad es que acabé semidestruido".
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