Macosa pide al Central que decida si exigirá el pago de los 1.500 millones condonados en la etapa de Eduardo Santos
Los responsables de Macosa, que en la actualidad está controlada por Corir, sociedad financiera del empresario italiano Carlo de Benedetti, ha exigido al Banco Central que se pronuncie sobre la exigibilidad o no de la deuda de 1.5% millones de pesetas que había condonado a dicha sociedad en la etapa de Eduardo Santos. Mientras tanto, Macosa ha encargado a su gabinete jurídico que estudie la documentación existente sobre esta cuestión con el fin de conocer si existe obligación de devolver esa deuda en caso de que el banco se lo exija y de preparar la respuesta que considere apropiada.
Los 1.500 millones de pesetas son el cúmulo de intereses provenientes de los créditos que el Banco Central había concedido a Macosa por valor de 12.000 millones de pesetas para la fabricación de maquinaria ferroviaria. Esos intereses, según aseguran fuentes del banco, fueron condonados por la entidad financiera tras acordarlo con el Ministerio de Industria dentro de los planes de reconversión del sector. Sin embargo, las mismas fuentes del banco han manifestado que la condonación se hizo con la condición de que la empresa mantuviera su actividad industrial.Esta situación la originado ahora la polémica sobre la hipotética obligación que tienen los nuevos propietarios de Macosa de devolver esos intereses, ya que la empresa ha dejado de dedicarse a la fabricación de maquinaria para centrarse en la promoción inmobiliaria y otras actividades típicamente financieras.
Ante esto, Macosa ha exigido al Banco Central que defina claramente su postura en esta cuestión y si conoció el desvío a una sociedad instrumental de esas deudas. Según fuentes de Macosa, hasta ahora el banco ha dado largas y únicamente cuentan con las cartas enviadas en su día por la entidad a la empresa explicando la condonación de los intereses. Esas cartas, según las fuentes consultadas, no explican claramente la situación en la que quedó la deuda acumulada. En Macosa se asegura que también hubo intercambio de cartas tras el aterrizaje de Cofir.
Relaciones
Macosa, según sus portavoces, se limita a esperar la respuesta del banco. En cualquier caso, el secretario general y del consejo de Macosa, el letrado José María Mas, ha recibido el encargo de examinar toda la documentación para contar con una respuesta si el Central decide exigir la deuda.
No obstante, no creen que el caso llegue a los tribunales.
Las fuentes del banco consultadas han comentado que lo más probable es que lo dejen correr y no exijan el pago. "En realidad, el banco se había olvidado de ello desde hace tiempo", han asegurado en la entidad.
El propio José Ramón Álvarez Rendueles, por su parte, ha manifestado que Macosa devolverá la deuda si el Central se lo exige y si sus juristas no encuentran ninguna objeción. Es decir, en caso de que la condonación no tenga ninguna cláusula suspensiva, los 1.500 millones permanecerán en la empresa. De hecho, esa cantidad ya está provisionada en el balance, según las fuentes de Macosa, por lo que si no se exije pasaría inmediatamente a la cuenta de resultados.
Por otra parte, los nuevos responsables de Macosa han asegurado desconocer la verdadera relación de Eduardo Santos con Ebroval y Aravallas, destinos sucesivos de los intereses condonados. Ebroval fue la sociedad a la que se desviaron los 1.500 millones en forma de pagaré después de la condonación y que, posteriormente, se vendió a Aravallas.
El último peldaño de esta proceso fue la adquisición, en una operación urgente, de Aravallas, que se considera ligada a Eduardo Santos, parte Macosa la noche del martes.
No hay que olvidar que Santos se reservó una opción de compra sobre el 50% de Diagonal Mar, empresa constituida para explotar los terrenos de la antigua fábrica de Macosa en Barcelona, que no interesa a los actuales gestores. La venta de ese 50% está fijada en 6.000 millones de pesetas.
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