El estrés de la cuenta atrás
Los jugadores, ansiosos por comenzar la competición
Las ultimas horas de retiro en espera del inicio de la competición están siendo durísimas para algunos jugadores. Encerrados durante 24 horas al día, aislados de su hábitat natural, los jugadores se han preparado con programas estajanovistas para estar a punto para el Mundial. Están a punto para estallar, para desatar toda su energía en el césped. Pero las horas de concentración son ahora más largas que hace un mes, y los nervios, la ansiedad y el estrés han aparecido, de una forma o de otra, en todas las selecciones.
Antes de comenzar el Mundial, Andoni Zubizarreta ya lo anunciaba: "Temo más a las tres semanas de encierro que a la competición".Algunos casos son patéticos. Klinsmann, delantero del Inter y de la selección alemana, ha pedido y obtenido el permiso para dormir en una habitación individual Hasta hace pocos días compartía habitación con Buchwald."El retiro es estresante", dice Klinsmann,"no hay partidos en los que puedas desfogarte y yo siento la necesidad de estar solo" Klinsmann sólo ve una solución:"Hay que romper la espera. Se ha convertido en infinita como si nunca fuesen a llegar los partidos. Necesito la competición, porque es la única manera de liberar la energía que llevo acumulada".
Carlos Bilardo, el seleccionador argentino, ha dicho que abandonará el cargo y dejará el fútbol después del Mundial. "Esta presión es imposible de soportar", dice. Pocos le creen. Pero Bilardo, un trabajador incansable, lleva muchos meses preparando todos y cada uno de los detalles de su equipo, viajando de un país a otro para compartir unas horas de charla con los emigrantes que forman su selección, y está agotado.
Maradona, por ejemplo, se libera de la presión simplemente abandonando la concentración, a los mandos de su espectacular Ferrari F-40, para pasar unas horas con su mujer y sus dos hijas. Se las llevó consigo cuando Argentina fue a jugar un amistoso a Israel.
Andrea Carnevale, que acompañará a Vialli en la delantera italiana, confesaba ayer que lleva siete noches sin dormir "por la tensión". "Leo, veo la televisión o llamo a mi novia", dice.
Manuel Sanchis, por su parte, afirma que ya está harto, que cuenta que el Mundial comenzase "la semana pasada".
Y otro de los que sufre con la espera es Marco van Basten. "Me siento extraño", dijo ayer.
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