Dos obreros mueren sepultados cuando excavaban una zanja que no tenía licencia,
Dos obreros murieron sepultados ayer por la tierra de una zanja que estaban excavando para meter los cables del tendido telefónico en las proximidades de la colonia Fin de Semana, y del polígono industrial Las Mercedes. El concejal de la Junta de] Distrito de San Blas, Miguel Cantos, declaró que la obra no disponía de licencia municipal, por lo que sus técnicos habían comunicado verbalmente a la constructora que debía cegar la zanja.El sindicato UGT solicitó la presencia de un inspector de Trabajo para que levantase acta de las "pésimas condiciones de seguridad" en que trabajaban los obreros fallecidos, Julian Molina Ramos, de 53 años, y Jesús Rodríguez Ramos, de 44, arribos domiciliados en Villanueva. de la Fuente (Ciudad Real) según la policia, según informaror, fuentes policiales,
Molina y, Ramos habían sido contratados hace unos días poConstrucciones y Transportes, una pequeña empresa que a su vez actuaba como subcontratista de Mozaca. Ésta, a su vez, realizaba por encargo de Telefónica la excavación de unas zanjas para meter bajo tierra los cables del tendido telefónico en la calle de Nanclares de Oca, junto al polígono de Las Mercedes.
Sobre las 9.30, el encargado de la obra vio "una gran polvareda," procedente de una de las zanjas y corrió hacia allí temiéndose lo peor. Al llegar, él y el operarlo que manipulaba una máquina excavadora comprobaron que Molina y Ramos habían sido aplastados por toneladas de tierra. Empezaron a retirar los escombros con las manos y, al darse cuenta de que era una tarea imposible, continuaron con una pala mecánica. Veinte minutos después lograron encontrar los cuerpos de sus companeros.
La juez de Instrucción de guardia autorizó el traslado de los cadáveres en sendas ambulancias municipales hasta el Instituto Anatómico Forense. En ese momento, uno de los vehículos sanitarios chocó contra un coche patrulla del 091, resultando herido en el cuello uno de los agentes.
CC.00 ha anunciado "movilizaciones contundentes" como forma de protesta por el accidente. Según este sindicato, "los accidentes ocurridos en Madrid durante el primer trimestre de 1990 han aumentado un 80% en relación al año pasado".
El derrumbamiento se produjo porque la zanja estaba sin entibar
Los dos operarlos estaban cavando una zanja de aproximadamente un metro y medio de ancho y tres de profundidad, cuando se produjo un derrumbamiento de las paredes, formadas por tierra echadiza, sin apenas consistencia.Antigua escombrera
Un vecino de la zona comentó que el terreno está formado por una antigua escombrera, lo que hace que se trate de una tierra muy blanda y muy poco compacta. Macario Pablos Herrero, secretario regional de la federación de la Madera, Construcción y Afines de la UGT, coincidió en que el lugar era muy peligroso: "Ahora mismo se están desmoronando las paredes", dijo Pablos, mientras mostraba cómo las paredes de la excavación se deshacían como un terrón de azúcar.
El sindicalista opinó que el dramático accidente que costó la vida a sus dos compañeros se produjo porque las paredes de la zanja no habían sido entibadas, lo que habría evitado que quedaran sepultados. Ante tales irregularidades, Pablos había solicitado la presencia de un inspector del Ministerio de Trabajo con objeto de que levanta se acta y realizase un informe destinado a la juez de Instrucción número 22, que se encarga de las investigaciones.
Macarlo Pablos añadió que "las empresas no utilizan para nada" las medidas de seguridad, como demuestran los 20 obreros de la construcción fallecidos en lo que va de año. "El responsable de esta obra tiene mucho que decir", finalizó.
Miguel Cantos, presidente de la junta municipal del distrito de San Blas, acudió al lugar del suceso para conocer en di recto las circunstancias de mismo. Dijo que, a fines del año pasado, la compañía Telefónica presentó en dicha junta el expediente de las obras para realizar el tendido del cable entre la colonia de Fin de Semana y el polígono industrial de Las Mercedes. "Dicha empresa no presentó el correspondiente proyecto de actuación y, a pesar de ello, tiró para adelante", explicó Cantos, concejal por el Partido Popular.
El lugar donde ocurrió el dramático siniestro es un terreno privado, calificado de zona verde. El pasado miércoles, los servicios técnicos de la junta municipal comunicaron verbalmente a los responsables de la obra que debían de cegar la zanja, puesto que no contaban con la oportuna licencia, según el concejal Cantos. Este añadió que actualmente iba a ser tramitada la orden escrita ordenando paralizar los trabajos.
Choque con una ambulancia
El citado concejal avanzó también que la Junta municipal va
a tramitar un expediente para paralizar y sancionar a los propietarios de la contrata, lo cual entraña un procedimiento administrativo totalmente diferente al ordenado por la juez encargada del sumario.
Julián Molina, uno de los dos obreros muertos ayer, había sido contratado el pasado viernes para los trabajos de excavación de la zanja, mientras que su compañero Jesús Rodríguez lo había sido unas fechas antes, según informaron fuentes policiales. "Podían haberse negado a trabajar en estas condiciones tan lamentables, pero todos sabemos lo que les podía pasar a continuación: el despido u otro tipo de represalias", comentó el dirigente ugetista Macario Pablos.
La juez de guardia autorizó a que los dos cadáveres fueran trasladados en sendas ambulancias al Instituto Anatómico Forense. En el momento en que lo hacían, una de las ambulancias colisionó contra un coche patrulla del Cuerpo Nacional de Policía, ocasionando lesiones graves en el cuello a uno de los agentes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
