El Partido Popular obligará a sus dirigentes a declarar sus actividades privadas para evitar escándalos
El Partido Popular ha decidido crear un registro obligatorio de las actividades e intereses profesionales de los militantes que ocupen cargos dirigentes o sean candidatos a parlamentarios y concejales en Ayuntamientos importantes. Esta iniciativa, tomada en respuesta al caso Naseiro, pretende facilitar al partido medidas preventivas de posibles escándalos por tráfico de influencias o funcionamiento de grupos de presión. El presidente del partido, José María Aznar, juzga conveniente restablecer una "relación normal" con el Gobierno, pero atribuye a los socialistas una actitud "movimientista", en referencia al Movimiento Nacional, y reprocha a Felipe González "pretender ser López Portillo en España y Adenauer en Europa".
Aznar quiere mostrar que el Partido Popular apuesta por la transparencia, después de que el sumario judicial sobre el caso Naseiro revelase métodos irregulares para la financiación del partido así como la existencia de un grupo de presión. El pasado día 7 de mayo, tras ser informado por Alberto Ruiz Gallardón del resultado de su investigación en el seno del partido, la comisión permanente del PP aprobó a propuesta suya la creación de un registro obligatorio de las actividades e intereses profesionales de los dirigentes y candidatos a cargos públicos.Las condiciones concretas serán determinadas más adelante por el secretario leneral del partido, Francisco Alvarez Cascos, encargado de detallar las actividades e intereses que deben ser declarados, así como los cargos a los que afectará la obligación de comunicar sus actividades privadas. No obstante, esta obligación quedará aplazada -hasta las próximas elecciones legislativas, salvo que los dirigentes populares decidan más adelante imponerla a los candidatos del partido en las elecciones municipales y autonómicas de 1991.
Sigüen Aragonés y Cortázar
Para insistir en la misma línea de "transparencia", la comisión permanente del Partido Popular designará hoy una comisión encargada de estudiar la elaboración de un código deontológico, en base a las 29 normas propuestas por Ruiz Gallardón en su informe sobre el caso Naseiro.
Aznar no va a destituir de sus cargos a Carlos Aragonés, secretario de estudios y programas, y Guillermo Gortázar, secretario de formación, citados por el ex vicesecretario general Arturo Moreno como miembros del grupo promovido por éste, denominado el clan de Valladolid. Tras las elecciones andaluzas, se limitará a sustituir al ex tesorero Rosendo Naseiro y al ex vicesecretario de acción electoral, Arturo Moreno, así como a reforzar el equipo del otro vicesecretario general, Juan José Lucas, para que éste se dedique más a Castilla y León.
Poco antes de reunirse hoy con la cúpula del PP, José María Aznar se reunirá con los portavoces populares en todas las comisiones del Congreso de los Diputados. El líder del Partido Popular considera que es necesario mantener -en estos momentos, restablecer- unas relaciones con el Gobierno que permitan compatibilizar la batalla política con una comunicación personal frecuente y discreta entre Felipe González y el representante del primer partido de la oposición. "Lo que ahora ocurre", según Aznar, "es que el PSOE tiene pretensiones movimientistas de provocar un totum revolutum donde no se sepa dónde está cada uno. Y el Partido Popular no está por la labor".
"Yo ya he dicho que una cosa es consensuar y otra consentir", subraya Aznar. "No entiendo por qué los socialistas presentan lo que es una lógica actitud de oposición como una negativa a llegar a acuerdos. No entiendo por qué Solana se rasga las vestiduras porque hayamos presentado una enmienda a la totalidad de la LOGSE, lo que es normal que hiciéramos, cuando todavía está pendiente toda su discusión parlamentaria; todavía se puede producir un 30% o un 60% de acuerdo si se produce una verdadera negociación".
Felipe González le comentó que se debían de ver "un día de éstos" durante una recepción en El Pardo con motivo de una visita del presidente de Bolivia, Paz Zamora, a finales del pasado mes de abril. La conversación no se ha celebrado hasta ahora, pero es probable que González convoque próximamente a Aznar para conversar, al menos, sobre la próxima cumbre europea de Dublín.
El presidente del PP es reticente a ciertos planteamientos europeístas del jefe del Ejecutivo, porque considera que Felipe González "pretende ser López Portillo [ex presidente de México] en España y Adenauer en Europa", una expresión con la que quiere resumir su creencia de que los socialistas utilizan a Europa "como fuga" de los problemas españoles, cuando, según sus datos, España está perdiendo en los últimos meses competitividad y, por tanto, alejándose de los países comunitarios más dinámicos.
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