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36 años de prisión para el violador y asesino de una niña de cinco años

Aurora Intxausti

Emilio Indart del Campo, de 27 años, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de San Sebastián a 36 años de prisión por raptar, abusar y asesinar a la niña de cinco años Sandra Calvo, y a indemnizar con 15 millones de pesetas a los padres de la víctima.

El 13 de enero de 1989, Emilio Indart, natural de San Sebastián, se trasladó desde su domicilio al piso de la madre de su novia, en el barrio de Alza. En una de las entradas y salidas que efectuó en el citado inmueble, que se hallaba deshabitado, se encontró con la niña Sandra Calvo, a la que introdujo en el interior de la vivienda.Una vez dentro, siempre según la sentencia, la sentó en un colchón que se encontraba en el suelo y comenzó a realizar sobre ella "tocamientos con ánimo lúbrico", y le introdujo los dedos en los órganos genitales y en el ano, lo que le produjo "equimosis y hematomas en la vulva y vagina, desgarro de la membrama himeneal y dilatación del orificio anal".

Poco después, Emilio Indar amordazó a la niña con una servilleta y cogió un cuchillo de cocina, acabado en punta y de 12 centímetros de largo. Se colocó sobre ella y la acuchilló en tres ocasiones.

Ante la ausencia de la niña, se inició en la zona la búsqueda por sus padres y vecinos, motivo éste por el que Emilio Indart, al percatarse del tumulto que se estaba formando en torno al piso donde se encontraba, apagó la luz de la habitación y arrojó a la niña desde el cuarto piso.

El lanzamiento al vacío de Sandra Calvo fue presenciado por un testigo. La niña falleció tres horas después en el hospital al que fue trasladada.

Emilio Indart, según los médicos, no padece enfermedad mental alguna y es una persona con un yo rígido y de carácter Impulsivo, lo que le provoca decisiones bruscas y agresividad ocasional. Los médicos consideran que tiene dificultad para las relaciones sociales y para proyectarse emocional y afectivamente. El coeficiente mental es de tipo medio y se desenvuelve normalmente en la vida. Todos estos aspectos, según los exámenes realizados, no afectaron a la plenitud de sus facultades intelectuales y volitivas para cometer los citados hechos.

El fiscal solicitó 41 años de prisión por los tres delitos descritos, mientras que la acusación particular pidió 86. La defensa, que calificó de homicidio los hechos, pidió seis años y un día por este delito y seis meses de arresto por el de abusos deshonestos.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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