Más cantidad, menor calidad
Una de las futuras mesas de negociación más importantes, y quizas tan polémica como la del control sindical de los contratos, será la encargada de revisar las modalidades de contratación. La posición inicial del Gobierno es discutir el efecto que ha producido la diversidad de modalidades de contratos que surgen en nuestro país a partir del año 1984. El ministro de Trabajo reconoce que esas modalidades han producido unos resultados que pueden haber afectado a la calidad del empleo, pero que, sin ninguna duda, han producido buenos resultados en relación a la cantidad de empleo".El objetivo del Gobierno ahora es "tratar de mejorar la calidad sin afectar en modo alguno a las posibilidades de seguir aumentando en cantidad". Luis Martínez Noval es partidario de mantener la posición de su antecesor al frente de Trabajo, Manuel Chaves, y que un comité de expertos estudie con detenimiento el problema y pueda decir cuáles son los efectos territoriales y sectoriales que la proliferación de esas modalidades de contratación han producido.
Se trata de comprobar si hay sectores de actividad en los cuales el uso de ciertos tipos de contratos ha subido igual que en otros.
Apoyo al empleo fijo
El Gobierno no es proclive a "dar pasos en falso en ese terreno, aun cuando, de acuerdo también con los compromisos electorales, somos partidarios de ir incentivando el empleo fijo, indefinido y estable, frente al de duración determinada".
En cuanto a la evolución que tendrá la creación de puestos de trabajo a causa del enfriamiento de la economía, Martínez Noval cree el empleo va a seguir evolucionando favorablemente. Su argumento es que el hecho de que la última Encuesta de Población Activa refleje unos resultados que en términos de empleo son buenos, y que se han producido en paralelo con un cierto enfriamiento de la actividad económica, conduce a pensar, con un optimismo razonable, que, aunque haya un cierto enfriamiento de la economía, será posible seguir manteniendo tasas de crecimiento del empleo, si no al ritmo acelerado de 1989, en que subió el 4,9%, sí a una tasa muy considerable.
"Eso será posible", en su opinión, "en la medida en la que seamos capaces todos de seguir manteniendo el diálogo social, que yo creo que es el mejor procedimiento para mejorar la gestión de la economía. En un ámbito de corresponsabilización de todos los agentes sociales en los retos que tiene este país planteados, será posible aprovechar en mayor medida cualquier crecimiento del producto interior bruto para generar una mayor tasa de aumento del empleo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.