El defensor del pueblo de Cataluña alerta contra el auge del racismo
El Síndic de Greuges -institución autonómica catalana homóloga al Defensor del Pueblo denuncia en su informe de 1989 la grave discriminación económica, social y laboral que sufren los colectivos de inmigrantes procedentes de países del Tercer Mundo y la minoría étnica gitana que residen en Cataluña.El documento, que contiene un riguroso análisis sobre la marginación, atribuye en parte este estado de cosas a la restrictiva legislación española y comunitaria sobre inmigración. El síndic, Frederic Rahola, culpa a las administraciones públicas españolas de propiciar situaciones que derivan en un componente racista.
El informe recuerda que los extranjeros se ven abocados a realizar trabajos donde prima la explotación por parte de la población autóctona, se recluyen en sus círculos al carecer de apoyo institucional y sobreviven en condiciones infrahumanas.
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