Jáuregui advierte a Herri Batasuna sobre su integración en la vida política

El vicepresidente del Gobierno vasco y secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui advirtió ayer a HB que la próxima legislatura será su última oportunidad para integrarse en las instituciones con un grupo político propio, "defendiendo la independencia o lo que quiera, pero respetando las reglas del juego, participando en el Parlamento y condenando a los que matan".En su intervención en la fiesta de primavera del PSE-PSOE, celebrada en la Feria de Muestras de Bilbao, Jáuregui insistió en que si HB pierde esta oportunidad "puede terminar siendo sólo un perrito faldero de ETA y su final sería como el de los terroristas: marginal y en retirada".

Jáuregui se refirió también a las declaraciones realizadas por el eurodiputado de HB José María Montero, quien señaló que no le gusta que a la policía vasca se le llame policía integral. El secretario general del PSE-PSOE se preguntó si lo que quiere Montero es que sea una policía de salón, de boina y silbato.

"Se equivoca" dijo, "queremos una policía integral; desplegada en todo el territorio de la comunidad autónoma y que combata todos los delitos, incluido el terrorismo (...)".

En el acto también intervino Nicolás Redondo Terreros, secretario general de los socialistas vizcaínos, quien se refirió a la declaración institucional del Parlamento vasco en apoyo de la policía vasca y pidió a la Cámara autónoma el mismo apoyo y solidaridad para las fuerzas de seguridad del Estado.

Por su parte, el alcalde de Sevilla, Manuel del Valle, invitado de honor a la fiesta, saludó a todos los andaluces presentes en la Feria de Muestras y agradeció la solidaridad de los vascos tras el atentado contra la Expo 92.

Del Valle se entrevistó ayer con el diputado general de Vizcaya Josep Alberto Pradera y con el alcalde de Bilbao, José María Gorordo, con lo que se dio por zanjada la polémica surgida por la no asistencia del alcalde bilbaíno a la reunión de alcaldes por la paz que se celebró hace dos semanas en Sevilla y que provocó duras críticas por parte de los socialistas vascos.