'Sistema experto' para enfermedades cardiopulmonares

Un sistema informático que ayuda a médicos no especialistas a hacer un primer diagnóstico de enfermedades del pulmón y corazón, del tipo llamado sistema experto, ha sido puesto a punto en España. El producto, que ha sido validado primero con 1.000 historias clínicas y la confrontación con expertos humanos después, tiene la originalidad de disponer de dos vías de acceso directas al paciente. Un espirómetro sobre el que el paciente sopla valora la situación de las vías respiratorias y un electrocardiógrafo da información sobre el corazón. Esta información se completa con el diálogo máquina-paciente a través del médico, lo que al final del proceso da lugar a un diagnóstico valorado.El sistema, por su sencillez y facilidad de manejo, puede ser, según sus fabricantes, de especial utilidad en urgencias y centros de asistencia primaria, así como en situaciones de aislamiento. Un ejemplo clásico es el de la persona que presenta un dolor en el costado, lo que puede deberse tanto a un infarto como no tener gravedad alguna. Su otra utilidad básica es en medicina preventiva, ya que es un instrumento adecuado para reconocimientos masivos y valora factores de riesgo que pueden llevar a sufrir determinadas enfermedades. El equipo de médicos e ingenieros del conocimiento que ha puesto a punto el sistema experto en la empresa española Intelligent Decision Systems (IDS), dedicada a aplicaciones de inteligencia artificial, resalta su transparencia. El médico puede saber en cualquier momento en qué se basa el ordenador para tomar sus decisiones y obtiene siempre respuestas graduadas. Además, el ordenador le recuerda por pantalla las preguntas que quedan por hacer al paciente y con las respuestas realiza simultáneamente una historia clínica correcta que puede transmitirse a la base de datos central, sin utilizar soporte de papel.La empresa quiere comercializar el producto, que se ha desarrollado a lo largo de tres años y medio, con un presupuesto de 400 millones de pesetas, en Estados Unidos, para lo que va ser comprobado próximamente en la Universidad de Harvard.

En el complicado proceso de validación, la confrontación con expertos humanos dio en la primera fase una buena evaluación de la parte relativa al corazón, mientras que se presentaron problemas menores en la relativa a enfermedades pulmonares. Los especialistas estimaban necesario disponer de una placa de rayos X del tórax del paciente, pero el hecho de que el sistema vaya destinado a médicos generalistas que a menudo no disponen de este aparato o no tienen la capacidad de interpretar sus resulta dos llevó finalmente a desechar su necesidad en un primer diagnóstico. Durante el proceso se limaron las restantes asperezas encontradas entre los hombres y la máquina, hasta alcanzar un acuerdo final que hizo indistinguibles los informes de unos y otra.