Con el mantón empapado

Los más de 100 participantes del concurso de chotis de San Isidro hubieron de guarecerse de la intensa lluvia que ayer cayó sobre Madrid desde las seis de la tarde y encharcó la plaza Mayor. Después de pasarse una hora mirando al cielo para ver si escampaba, los concursantes decidieron de mala gana aplazar el concurso de baile hasta el próximo viernes a las 18.30 cuando se reunirán de nuevo en la Plaza Mayor.

Los bailarines aficionados, en su mayoría jubilados, proponían seguir con los planes previstos y bailar bajo la lluvia. Por algo llevaban preparándose semanas.Sin embargo, el público ya había desaparecido de la Plaza Mayor y los chulapos tuvieron que dispersarse por las cafeterías de los alrededores hasta que amainase la lluvia.

Una de las participantes, Modesta, dice que tiene 58 años y siete hijos y que lleva bailando el chotis "desde que cuando era modistilla y mentía diciendo en casa que tenía que hacer horas extras para irme a las quermeses de San Antonio de la Florida".

Chulo

María Esperanza, de 66 años, utiliza traje de chulapa rigor que ya utilizaba desde que bailaba hace muchísimos años en la Bombilla. Ayer estaba muy animada, aunque su pareja habitual ("mi marido que era un fundidor chulo de verdad") no estuviera para acompañarla,

Entre los concursantes "de toda la vida" también había muchos jubilados reclutados por sus juntas municipales, debido a su afición por los tangos, valses y jotas, que habían tenido que familiarizarse con en chotis en unas semanas. Dos hermanos de Fuencarral, a sus 68 y 69 años reconocían que eran novatos en este baile. Un grupo de jóvenes estudiantes se mostraban decepcionados por el chaparrón. José María y María Rosa, de casi 60 años, también se fueron sin participar. Él se volverá a poner sus calcos (zapatos), parpusa (gorra), chupa (chaqueta), alares (pantalón), picantes (calcetines) y safó (pañuelo) el próximo viernes cuando se repita el baile del organillo.