_
_
_
_

Tráfico fluído en Cristo Rey tras la apertura del túnel

Juan Antonio Carbajo

La apertura del paso subterráneo de la plaza de Cristo Rey ha posibilitado una mayor fluidez del tráfico por la zona, aunque no ha conseguido acabar con las retenciones en la carretera de La Coruña. Los conductores que ayer entraron a Madrid por el túnel de Moncloa alcanzaron la calle de Cea Bermúdez tras aguantar apenas un ciclo de semáforo. "Parece un milagro, aunque no creo que esto dure mucho", comentaba un conductor ante la excepcional situación del tráfico.

La oposición municipal criticó las obras del paso de Cristo Rey -1.410 millones de pesetas y 550.000 horas de trabajo"- porque consideraban que lo único que iba a conseguir era "traspasar el atasco de un semáforo a otro". Pero la práctica parece, de momento, dar la razón al equipo de gobierno del Ayuntamiento, que sostenía que no es lo mismo que el atasco se produzca en un embudo (avenida de los Reyes Católicos) que en un colador, donde ya hay calles alternativas (Cea Bermúdez).El tráfico que ayer soportó Madrid era típico de lunes. Todas las vías de acceso a la capital sufrieron retenciones, incluida la autovía de La Coruña. En ésta los problemas se extendieron desde el kilómetro 14, a la altura de El Plantío, hasta las proximidades de la Puerta de Hierro.

Sin embargo, la congestión habitual de la N-VI no afectó a la entrada a Madrid. Durante la primera hora punta los vehículos accedían a la calle de Cea Bermúdez bajo la plaza de Cristo Rey de forma fluida.

Algunos ni siquiera tenían que detenerse al encontrarse en verde el semáforo de la glorieta de Guzmán el Bueno, el primero con el que topan al entrar en el casco urbano. Los que se encontraban la luz roja sólo tenían que aguardar un minuto.

"Desde luego, es increíble", comentaba uno de los policías municipales que ayer regulaban el tráfico en la zona. "El pasado lunes hubo algún problema más, aunque la cola de vehículos no pasó nunca de los 100 metros". Los siguientes semáforos de Cea Bermúdez tampoco colapsaron la circulación, donde la grúa además, se cebó con los coches estacionados en segunda fila. Los responsables del gabinete de información de tráfico del Ayuntamiento tampoco acertaban a dar con las causas por las que la plaza de Cristo Rey se convirtió ayer en la excepción de una mañana de tráfico complicado. "Quizá haya contribuido la diversificación de los accesos", explicaban. "A partir del kilómetro 5 se pueden tomar varias alternativas para entrar en Madrid: la vía abierta a través de la Ciudad Universitaria, la carretera de Castilla, la avenida de los Reyes Católicos o la calle Princesa".

Un vecino de Reina Victoria sí se explicaba el éxito de Cristo Rey: "Desde que está abierto el paso por la Ciudad Universitaria todos prefieren venir por aquí porque les pilla más cerca de las oficinas de Castellana. Han cargado esta parte de tráfico".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_