Cuatro agentes, separados del servicio por robar el dinero de la cafetera de su comisaría

El director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, ha suspendido de empleo y sueldo a cuatro agentes destinados en la comisaría del distrito de Universidad, acusados de robar el dinero de una máquina cafetera, según confirmaron fuentes oficiales. Un juez ha condenado a otro funcionario que prestaba temporalmente servicio en la misma comisaría a dos días de arresto por sustraer una bicicleta de carreras que había decomisado poco antes a unos delincuentes.

Un juez de instrucción está tramitando un sumario en el que se hallan incursos cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía, destinados en la comisaría del distrito de Universidad, que están presuntamente implicados en un delito de robo con fuerza, según confirmó ayer un portavoz de la Dirección General de Policía.Los hechos en los que están implicados los citados funcionarios se produjeron hace aproximadamente dos meses, después de que el responsable de la comisaría de Universidad, Félix Alonso Soria, advirtiese que faltaba dinero en una máquina de café cuya instalación había gestionado él mismo a petición de los agentes que prestan servicio de noche.

El dueño de la cafetera informó a Alonso Soria, un veterano dirigente sindical y destacado militante antifranquista, que echaba en falta alrededor de 20.000 pesetas. Y el comisario se decidió a aclarar el asunto, convencido de que no podía tolerar el menor gesto de corrupción entre sus hombres.

Después de hacer diversas averiguaciones, el jefe de la comisaría sospechó de un determinado grupo de policías e hizo instalar una pequeña cámara de vídeo Junto a la máquina cafetera. Una noche, Ia cámara filmó con bastante nitidez a cuatro agentes en el momento en que se dedicaban a forzar el cajetín del dinero.

Los sospechosos fueron formalmente detenidos y acusados de robo. Tras ser informados de sus derechos, los funcionarios fueron puestos a disposición del juez de Instrucción de guardia, ante el que declararon que lo que habían hecho "era una simple broma".

Vergüenza

El incidente despertó cierto malestar entre los agentes de la comisaría, algunos de los cuales comentaron que sus compañeros habían sido tratados "peor que unos delincuentes". A fin de hacer frente a tales críticas, el comisario Alonso Soria reunió a todos sus subordinados y en una tensa asamblea les explicó que sentía vergüenza por lo ocurrido y que no estaba dispuesto a consentir estos hechos, según informaron fuentes policiales.Félix Alonso Soria, de 41 años, informó de lo ocurrido al director general de Policía, José María Rodríguez Colorado, quien ordenó la suspensión de empleo y sueldo de los cuatro agentes, a los que se les retiró su arma reglamentaria. Rodríguez Colorado es un hombre que "sabe valorar y premiar los buenos servicios, pero es implacable con las conductas que no se atienen a la más escrupulosa legalidad", dijo un portavoz oficial.

Estos hechos han coincidido en el tiempo con la condena judicial impuesta a J. M. S., que estaba destinado en el grupo zonal que tiene su base de operaciones en la misma comisaría de Universidad.

Agustín Alonso Roca, juez de instrucción número 15 de Madrid, ha condenado al citado policía a dos días de arresto menor al encontrarle culpable de una falta de hurto de una bicicleta de competición. El agente había decomisado a dos presuntos delincuentes el vehículo, que quedó depositado en un patio de la comisaría.

Un día de mayo del año pasado desapareció la bicicleta y las sospechas recayeron en un policía básico. Las investigaciones internas llegaron a la conclusión de que el presunto autor del hurto era presuntamente J. M. S., que unos días después reconoció el hecho y devolvió la bicicleta.