La CE se opone a que España prorrogue las subvenciones a la reconversión naval

El ministro español de Industria, Claudio Aranzadi, se reunió ayer en Bruselas con el comisario responsable de la política de la competencia de la Comunidad Europea (CE), Leon Brittan, para negociar una prórroga de las ayudas a la reconversión naval. España pide a la vez luz verde de la Comisión Europea para la venta de la mayoría del capital de Enasa a Mercedes y MAN, así como para el traspaso de activos y plantillas para la nueva empresa de bienes de equipo que constituirá la multinacional ABB (Asean-Brown Bovery). En los tres casos el problema son las ayudas públicas, que la CE considera excesivas.

"No hay ningun acuerdo", afirmó Aranzadi, quien explicó que las negociaciones sobre los tres grandes contenciosos que España mantiene con la Comunidad Europea en política industrial se seguirán negociando. El tema más peliagudo lo constituye el naval, pues está en juego el pacto con los sindicatos para la solución pacífica de la "segunda fase de la reconversión" en este sector.España plantea dos objetivos concretos. Por un lado, la prórroga del régimen especial para nuestro país y Portugal, que permite superar los topes de ayudas públicas del 20% del precio en el caso de buques con un coste superior a 780 millones de pesetas y del 14% para el resto. La Comisión propone que, a partir del próximo 1 de enero, ese tope máximo de primas sólo pueda ser destinado a buques de más de 1.300 millones de pesetas. Ese cambio en el baremo perjudica a nuestros astilleros, con más cartera de pedidos para buques de tamaño medio y pequeño.

Pero, además, España no ha podido poner en práctica el permiso para ayudas superiores al no haber avalado la Comisión Europea el plan de reestructuración 1986-1990. Las autoridades comunitarias entienden que el modelo de tres grandes astilleros (La Naval en Sestao, Astano y AESA) es excesivo y que había que cerrar al menos uno. Esta exigencia es inaceptable para el Gobierno, puesto que el pacto con los sindicatos se logró bajo el acuerdo de que sólo se cerraría Euskalduna.

Además de la necesidad de un "alargamiento del período transitorio", Aranzadi intenta resolver el procedimiento de infracción incoado contra España por exceso de ayudas públicas. La denuncia de la Comisión no se dirige a las primas a la construcción, sino a la compensación de pérdidas de los astilleros públicos. Según fuentes de Industria, "el dinero por este capítulo es de una media de 30.000 millones de pesetas por año". En total, más de los 107.188 millones apuntados en su día y que los astilleros podrían verse obligados a devolver, íntegramente o en parte, al INI. El pasado 7 de julio, Aranzadi acusó a la Comunidad Europea "de no respetar el acuerdo político alcanzado a finales de 1986 y de no habernos permitido dar una peseta mientras a otros Estados se les han autorizado más de 90.000 millones". El Gobierno intenta ahora una solución de compromiso, consciente de los recelos que suscita el que España sea el segundo constructor naval de la CE, sólo superada por la República Federal de Alemania.

El grupo Cenemesa

Sobre la venta de la mayoría deI capital de Enasa a los fabricantes alemanes Mercedes y MAN, la dificultad son las ayudas públicas para la reconversión de la empresa y que la Comisión Europea recortó hace un año de 96.000 a 73.000 millones de pesetas. El comisario Brittan entiende que la salud de las dos multinacionales compradoras no justifica esas subvenciones. La devolución de ese dinero público, según Aranzadi, "supondría una modificación (a la baja) del precio de venta".

Con respecto los restos industriales de Cenemesa, Cademesa, Conelec, el ministro asegura que "el comprador [ABB] no ha recibido ninguna ayuda, por lo cual no puede haber alteración. de la competencia". Los fondos para jubilación anticipada o eliminación de pasivos, de acuerdo a la tesis española, fueron destinados a otras entidades jurídicas distintas a la que nacerá de la adquisición de esos activos. Pero, en ese caso, la Comisión no ve claro que ese traspaso se haya hecho sólo por 7.000 millones de pesetas.