El Partido Popular trata de atajar las consecuencias políticas que le supone el 'caso Naseiro'

La comisión permanente del PP, el máximo órgano entre congresos, se reunió ayer para estudiar una estrategia que contrarreste los efectos del llamado caso Naseiro sobre las principales figuras del partido. En este sentido, se considera que la baja como militante solicitada, también ayer, por el ex tesorero Angel Sanchis supone un intento de acotar las responsabilidades del caso en las personas incluidas en las diligencias que instruyó el juez Luis Manglano.

La tranquilidad y el cierto optimismo manifestados en los últimos días por la dirección del PP en relación al caso Naseiro se ha trocado en inquietud al conocerse los primeros detalles del sumario. La filtración de parte de las conversaciones mantenidas entre el concejal popular de Valencia Salvador Palop y los ex tesoreros del partido Angel Sanchis y Rosendo Naseiro ha puesto de manifiesto que, al parecer, tanto Manuel Fraga como el actual presidente del partido, José María Aznar, conocían o toleraban sus gestiones para obtener de forma irregular fondos para financiar el PP.Tras haber revisado el sumario, en la sede popular de la calle Génova se estima que del mismo no van a deducirse consecuencias legales para los implicados. Sin embargo, existe una indisimulada preocupación por las "repercusiones políticas" que puede tener el caso sobre la etapa propicia que se estaba abriendo para la formación de centro derecha con la dirección de Aznar.

En este clima se reunió en la tarde de ayer la comisión permanente del PP durante cuatro horas. A su término, el mutismo fue absoluto por parte de los asistentes, que rehuyeron las preguntas de los periodistas que esperaban a su salida. únicamente se facilitó un comunicado en el que ni siquiera se informa si se ha aceptado la baja de Sanchis, aunque se da cuenta de que Alberto Ruiz Gallardón y Rodrigo Rato explicaron la situación actual de las actuaciones judiciales.

En la nota de prensa se anuncia, por otra parte, la aprobación de una propuesta para crear un registro de intereses en el que los cargos directivos y electos del partido deberán declarar sus negocios y bienes patrimoniales. Para conocer los detalles de lo tratado se emplaza a la conferencia de prensa que da hoy José Maria Aznar en Valencia.

Para no perjudicar

Ayer a media mañana se supo que Sanchis, uno de los principales implicados en el sumario del llamado caso Naseiro, solicitó su baja como afiliado, para intentar salvaguardar la imagen del partido que preside José María Aznar y no crear divisiones internas, según sus propias palabras.

La petición de baja, que se produce un día después de conocerse detalles concretos de las grabaciones de sus conversaciones telefónicas con el concejal valenciano Salvador Palop, no va acompañada con el abandono de su escaño en el Congreso. "Que nadie piense que tengo miedo a que me juzgue el Tribunal Supremo", declaró Sanchis.

Con su decisión, que comunicó ayer por escrito a José María Aznar, el antiguo tesorero del PP se adelanta a cualquier medida que pudiera adoptar la ejecutiva popular.

Varios dirigentes se habían manifestado favorables a incoar un expediente disciplinario a Sanchis y a los otros militantes que aparecen comprometidos en las actividades de cohecho investigadas por el juez Manglano, con el fin de atajar el daño causado a la imagen del partido.

Angel Sanchis negó que con su renuncia pretendiera evitar el expediente y subrayó que a su regreso de Argentina, hace dos semanas, ya había manifestado el deseo de retirarse de la vida política.

Rechazó también que el paso dado signifique un reconocimiento tácito de culpabilidad. "Lo he hecho para ver si con esto evito perjudicar al partido. No quiero que se produzca ninguna división en el partido que ha sido mío hasta hoy", manifestó a este periódico el número ocho de la lista del PP por Madrid, quien sentenció: "Muerto el perro, se acabó la rabia".

El ex tesorero del PP declaró estar convencido de no haber cometido ningún acto delictivo, pese a que las transcripciones publicadas de sus conversaciones con Salvador Palop parecen comprometerle en presuntos casos de cohecho. "Hoy estoy mucho más seguro que cuando llegué de Argentina, porque he leído el sumario", indicó Sanchis, quien cortó con contundencia cualquier réplica: "En las cintas no hay ninguna prueba. Sólo unas conversaciones en las que únicamente se habla de hechos futuros que no se han producido".

A la pregunta de por qué no ha presentado también su renuncia al acta de diputado, el político y empresario señaló que lo hará cuando "todo se aclare". "No tengo ningún miedo a que me juzgue el Tribunal Supremo", añadió. En el caso de que abandonara el cargo de diputado y no hubiera ninguna otra persona aforada, el sumario volvería otra vez a manos del juez Manglano.

Ni una queja

Sanchis declaró que de sus labios no iba a salir "ni una queja" sobre el trato que ha recibido desde su partido, y se mostró mucho más crítico con el comportamiento de los medios de comunicación. "Ya me han condenado", agregó. "Me siento más protegido por el juez Manglano que por la prensa. Aquél, por lo menos, me juzgaría por hechos, no por impresiones".

Antes de pedir la baja como afiliado en una carta dirigida a Aznar, Sanchis habló durante el domingo y la mañana de ayer con varios miembros del PP, entre ellos con Ruiz-Gallardón.