CiU convierte el aniversario de su llegada en un acto de adhesión a Pujol
Convergència i Unió (CiU) convirtió la conmemoración del décimo aniversario de la llegada de Jordi Pujol a la presidencia de la Generalitat, celebrado ayer en el antiguo Mercat del Born de Barcelona en un mitin de adhesión personal, de exaltación de la obra hecha por los nacionalistas y en la catapulta de la candidatura del máximo exponente del nacionalismo catalán moderado a un nuevo mandato en 1992. Fuera, del recinto donde se celebraba el mitin, los convergentes fueron abucheados por cientos de personas que protestaban contra el plan de residuos industriales del Gobierno catalán.
Jordi Pujol, entre el fervor de sus simpatizantes, dijo que había dedicado los últimos 10 años a trabajar en la construcción de Cataluña y por su dignidad y libertad, y que con este mismo mensaje se proponía volver a ganar las próximas elecciones autonómicas.La celebración coincide con un momento político delicado para los nacionalistas, que se muestran impotentes para abordar la oleada de conflictos sociales que se han desencadenado en los últimos meses en Cataluña, el más importante de los cuales es el originado por el plan de residuos industriales, contra el que existe una movilización ciudadana importante en las comarcas de Tarragona.
Pujol, sin embargo, se mostró ayer dispuesto a remontar la situación actual y, utilizando ,un viejo dicho catalán, pidió salud y trabajo al tiempo que aseguraba que él no era "de los que se esconden cobardemente y no arreglan los problemas".
Destacó como los dos méritos más importantes de su mandato el haber logrado una perfecta convivencia en el país y la cohesión social, no sin asegurar que cuando él se hizo cargo de la presidencia de la Generalitat, en 1980, "Cataluña era un país que tenía todos los números para que la convivencia se rompiera". Dijo Pujol que Cataluña aún estaba lejos de la autonomía que quería y necesitaba, pero enumeró una serie de elementos que daban un perfil más que positivo del grado de autogobierno alcanzado.
"Cataluña es una autonomía política y no la convertirán en autonomía administrativa; Cataluña no es una región, es una nación", señaló.
Mientras se celebraba el mitin, varios centenares de personas se manifestaban en el exterior del recinto en protesta por el plan de residuos industriales, informa Lluís Uría. Los concentrados procedían, en su mayoría, de la comarca tarraconense de la Conca de Barberà, donde está previsto instalar un vertedero y donde el proyecto ha encontrado mayor oposición. La Policía Nacional, apoyada por los Mossos d'Esquadra, cargó contra los manifestantes para arrebatarles el equipo de megafonía, causando varios contusionados.
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