El Poder Judicial y la fiscalía respaldan al juez del 'caso Naseiro'
El portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Luis Calvo, consideró carentes de base las recientes acusaciones contra el juez Manglano sobre supuestas coacciones o torturas psicológicas infligidas con motivo de la investigación del llamado caso Naseiro. En igual sentido se expresó el fiscal general del Estado, Leopoldo Torres. Por otra parte, fuentes jurídicas conocedoras del sumario, cuyo secreto fue levantado ayer por el Tribunal Supremo, revelaron que el juez Manglano asumió el caso por encontrarse de guardia al producirse los primeros indicios de cohecho.
Sobre las, recientes acusaciones contra el juez Manglano, Calvo señaló que el pleno del Consejo no se pronunció formalmente sobre el asunto: "Aun dentro de la más absoluta libertad de crítica, tales imputaciones públicas exigen una base de la que, a mi juicio, han carecido". Por su, parte, Torres reiteró ayer su convicción de que las actuaciones procesales del juez Manglano fueron correctas, y señalé que se están cometiendo excesos que sobrepasan los límites del derecho de defensa con acusaciones falsas contra el magistrado. En cuanto a algunas reticencias manifestadas en sectores jurídicos sobre el cumplimiento de las normas de reparto de asuntos entre juzgados, el sumario revela que el juez Manglano se encontraba de guardia cuando la policía puso en su conocimiento unas escuchas telefónicas que apuntaban a un supuesto cohecho, por lo que era correcto que asumiera la competencia del caso. Fuentes jurídicas explicaron a este periódico la mecánica procesal que condujo al juez Manglano a hacerse cargo del caso Naseiro. Todo empezó el 28 de noviembre de 1989, fecha en la que la policía pidió a un juez de instrucción distinto a Manglano la autorización para una intervención telefónica durante un mes en la investigación de un asunto de tráfico de droga. Finalizado el mes de investigación, la policía remitió el atestado al juez de guardia, con la indicación de que las indagaciones sobre el caso de drogas habían sido negativas, pero que en los dos días últimos las escuchas habían permitido observar algunos indicios de cohecho. Ése día, 28 de diciembre de 1989, el juez de guardia era el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Valencia, Luis Manglano, y en esa misma fecha se puse en marcha la llamada reforma Múgica, con arreglo a la cual algunos juzgados de instrucción perdieron jurisdicción. Éste es el caso del juzgado que había autorizado la intervención telefónica para un caso de drogas. El juez Manglano asumió la competencia sobre el nuevo caso, de acuerdo con las normas de reparto vigentes, por haberse producido los primeros indicios en las 48 horas anteriores a su guardia. Posteriormente, ya desde su juzgado, ordenó nuevas escuchas para consolidar los indicios. De otro lado, Salvador Palop, concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Valencia, fue sometido a diversos controles psiquiátricos durante los interrogatorios que le hizo el juez Manglano, con el objeto de confirmar que se encontraba en buen estado de salud física y mental. Página 17
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